Veintiséis

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— ¡ChaeWonssi! ¡Volví! ¡Compré helado!

— Kkura... — su voz sonó como un chillido demasiado bajo como para ser escuchado, incapaz de moverse, temblaba de forma furiosa mientras era rodeada de todas aquellas fotos, que parecían transformarse en videos con sus recuerdos, que hacían su cabeza doler entre tantas imágenes y sonidos a la vez.

— ¿ChaeWon? — preguntó la castaña, bastante alto, sin recibir respuesta ni señales de la de mechas rubias.

— ¡Sakura! — grito con todas sus fuerzas, y unos pasos apresurados se escucharon, hasta que finalmente la castaña abrió la puerta del dormitorio, para encontrar a la mayor al borde del pánico, con la caja de fotos Polaroid frente a ella, en su mano se aferraba a una imagen en especial.

— ChaeWon ¿Qué haces con eso? Te dije que no podías verlo y menos cuando yo no estoy, Dios... — Sakura comenzó a ponerse nerviosa, tomó la caja para dejarla en el suelo e iba a tirar de la fotografía que ChaeWon tenía en su mano pero el grito de la menor la detuvo.

— ¡No! ¡Es mía! — se abrazó hacia ella, en su mente, llena de pánico, esa pequeña foto era lo único que hacía no olvidara a la persona que más quería en el mundo.

— Bueno, bueno. — Sakura se apartó de ella, retrocediendo unos pasos, con las manos en alto, la mayor abrazó la foto contra su pecho, como si fuera un tesoro muy preciado, la castaña no sabía lo que había pasado —Chaewon, acuéstate en la cama, estarás bien.

ChaeWon se dejó caer de lado, hecha una bolita, sobre las suaves sábanas de la cama, mientras intentaba controlar sus sollozos para poder respirar.

— Saku... Sakura

— Si, estoy aquí.

— Eres tú — murmuró, la castaña se sentó al borde de la cama, dándole su espacio —E-eres mi novia.

Sakura alzó las cejas con sorpresa, no esperaba esas palabras, no sabía de dónde ChaeWon había sacado esa idea.

— ¿Qué dices, ChaeWon?

— Q-que eres mi n-novia. —volvió a repetir.

— N-no sé a qué te refieres —dijo, bajo, en verdad ya no sabía qué decir o qué hacer, nunca se había preparado para una situación así, dónde ChaeWon recordara su relación.

Quizás hacia dos años o un poco menos pensará que aquello era una posibilidad, que aún ChaeWon podría recordar quién era y qué eran... Pero había perdido esas esperanzas hacia muchísimo tiempo, ahora debía cuidar de ella, no fantasear con algo casi imposible.

— L-los sueños... Fueron reales, ¿No? Son reales, ¿No? — preguntó la de cabello corto, con las mejillas rojas y empapadas en lágrimas.

— ¿Tus sueños?

— Mhm...

— Pues creo que sí, ChaeWon, es posible.

>> Pero esos sueños no importan, ¿Si? No son nada malo, está bien, estás bien ahora, estás en casa, y estás a salvo, ¿Lo sabes? — intentó distraerla, para que no se sintiera peor.

— ¿E-entonces por que tengo miedo? — preguntó, ya había preguntado algo parecido antes.

— Porque te hicieron creer que era malo recordar todo eso, ChaeWon... — murmuró Sakura por lo bajo, esta vez, no quiso ocultar la verdad, al menos, no del todo —Pero no es malo, no es malo nada de lo que pasamos juntas, es maravilloso y es hermoso... No eres mala por recordarlo, no es un error, es excelente, y estoy muy orgullosa de ti. ¿Lo sabes?

ChaeWon asintió, sentía su cabeza palpitar por tanta tensión y ansiedad que la envolvía.

— Te quiero mucho, ChaeWon... Te quiero igual, recordando o no, y eso está bien, estás haciendo lo mejor que puedes, está bien —estiró una mano hacia ella, y ChaeWon la tomó con fuerza, sus dedos se volvieron blancos de tanto apretar la mano de la menor.

Su mente se volvió un lío, un enredo de imágenes y cosas, voces, gritos y palabras suaves y bonitas, por momentos veía rostros oscuros que la pateaban, la golpeaban, le escupían en el rostro, la tocaban de formas dolorosas y le repetían una y otra vez... Que ella no existía, que no le importaba a nadie, que todos sus conocidos la habían abandonado, y que los olvidara porque nunca volvería a verlos, porque moriría antes que reencontrarse con ellos.

Por otro lado, cada tanto veía a Sakura, tomando su mano, mirándola con preocupación, escuchaba su voz diciendo que estaría bien, que era buena, que lo estaba haciendo excelente, que la amaba y que ya pasaría todo... Por todo ese rato no sabía cuál de las dos partes era la realidad.

“No quiero morir” escuchó su propia voz. “Quiero vivir... Tengo que vivir para ver a... Ya no sé quiénes son”.

— Sakura... Saku

— ChaeWon.

“No sé quién es Sakura...”

— Te quiero demasiado como para olvidarte...

— ChaeWon... — Sakura acomodo un mechón del cabello negro que caía sobre sus ojos —Está bien, no te preocupes por eso, ¿Si? No vas a olvidarme, pero debes calmarte, ¿Bien? Concéntrate en eso, yo estaré aquí, contigo, no importa qué pase.

— Mhm. — murmuró, su cabeza daba vueltas.

— ChaeWonssi, también te quiero, demasiado. — dijo la castaña, haciendo sonreír levemente a la mayor, y fue lo último que hizo antes de desmayarse.

Con el corazón en la boca, latiendo a mil, Sakura acomodó las cosas, apartando las fotos de la cama, luego fue hacia la de mechas rubias, para acunar su cuerpo en sus brazos, acomodando su cabeza sobre su pecho, dejando que escuchará sus latidos, en una posición más cómoda, y se quedó allí, abrazándola, dejando leves mimos sobre su cuerpo, esperando a que despertara y rogando que al menos... ChaeWon recordará algo, de lo que había redescubierto.

Memories ❥ MSK + KCWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora