Dieciséis

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ChaeWon no supo qué contestar, y sus ojitos la miraron con algo de pánico, quizás había escuchado esas palabras algunas veces en sus sueños, pero no pudo responder porque no sabía cómo, su mente se había quedado en blanco y comenzó a sentir pánico.

— Hey, tranquila — Sakura vió que estaba entrando en pánico, ChaeWon escondió su rostro en el pecho de la castaña, haciéndose una bolita, la menor dejó mimos en su cabello y espalda.

— ¿Debo responder? — preguntó ChaeWon en un murmullo.

— No, no es tu obligación —dijo Sakura, intentando que se calmara un poco.

ChaeWon asintió, temblando un poco, cerró sus ojos para pensar en otra cosa.

— ¿Por qué se siente mal? — preguntó ChaeWon, casi al borde del llanto.

— ¿Qué cosa? — preguntó la menor, sin entender —¿Esto? ChaeWon, si te sientes mal conmigo no tienes que hacer estas cosas, no quiero que te sientas mal.

ChaeWon negó, respiró profundamente para calmarse, tomó la remera de la castaña para apretarla entre sus dedos.

— Sé que estar contigo se siente bien, sé que me gusta, y quiero más... Porque te quiero —dijo, la única y pequeña declaración de amor que podía decir—. Pero, ¿Por qué cada vez que haces algo bonito por mí tengo miedo?

— Temo que no puedo responderte eso, ChaeWon —dijo la castaña, en voz baja.

Hacia más de dos años, cuando a ChaeWon se la habían llevado un grupo de hombres horribles, en busca de una recompensa enorme y divertirse de formas asquerosas con la chica más linda del mundo.

Solían torturarla con cada oportunidad que tuvieran, cada cosa que ChaeWon "hacía mal" era una oportunidad para recibir un castigo.

No sabían los detalles de todo, porque ChaeWon no recordaba nada de aquello, sólo en ataques de pánico podía revivir aquellos momentos, pero tampoco podía aportar grandes datos.

La psicóloga había concluido que era imposible saberlo todo, pero que lo más probable es que fuera castigada cada vez que recordaba algo de su vida anterior, algo de Sakura, algo de su relación, algo de su familia o amigos, eso había hecho que olvidara todo en tan poco tiempo, y sea tan difícil que recordara algo.

De alguna forma, su cerebro tenía grabados a sus maltratadores, a sus torturas, a sus golpes; y cada vez que podía acercarse a recordar algo de cómo era todo, algo tan simple como que ella era mayor que Sakura, o algo más fuerte como su amor por ella... Su mente solo mostraba el castigo que tenía que recibir por mencionar aquello.

Le habían dejado un trauma enorme, le habían dicho que toda su vida estaba mal y que debía olvidarlo, y por desgracia lo habían logrado, romperla completamente.

Sumado a que, antes de abandonarla a un lado de una carretera, la habían golpeado en la cabeza hasta dejarle problemas neuronales, había cosas que ya nunca podría recordar porque sus neuronas habían muerto.

Había tenido que aprender a caminar de nuevo, había tenido que aprender a hablar apropiadamente de nuevo, también a trabajar la motricidad fina, sin mencionar que había quedado con algo de retraso, muchas veces su pensamiento era igual al de una niña, aunque en sus mejores días podía pensar como una adulto, y podía entender ciertas cosas.

— Tranquila —murmuró la castaña, dejó un beso sobre su coronilla—. Todo va a mejorar, ChaeWon, sólo espera un poco, yo seguiré aquí contigo, ¿Si? — la confortó con el tono más suave y cuidadoso que tenía, aquel que era solo para ella, mientras se quedaba en aquel cálido abrazo—. Juntas todo va a estar bien.

— ¿Lo prometes? — murmuró ChaeWon.

— Lo prometo, linda.

Memories ❥ MSK + KCWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora