Memories ❥ MSK + KCW

Nueve

— ¿Puedo dormir contigo hoy? — preguntó ChaeWon, jugando con sus dedos frente a ella, en la puerta del cuarto de la menor.

— ¿Pasa algo, linda? ¿Tienes miedo?

ChaeWon negó, hizo un mohín mientras pensaba como decirle, no quería sentirse tan avergonzada.

ChaeWon solía sentir mucha vergüenza de muchas cosas, era bastante insegura, aunque con Sakura podía sentirse más libre, porque la castaña nunca la había juzgado de mala manera.

Ni siquiera cuando se orinaba en la cama cuando tenía pesadillas muy feas, o cuando tenía un ataque y se sentía tan vulnerable y frágil, Sakura nunca le decía nada, y sólo intentaba hacer lo mejor por ella.

Claro que ChaeWon sabía todo lo que la menor se esforzaba por ella, y la admiraba por eso.

— Sólo... Quiero dormir contigo porque es lindo.

Sakura sonrió levemente.

— ¿Si?

— Mhm.

— Bueno, adelante —hizo un ademán para dejarla pasar, cosa que hizo a la de mechas rubia sonreír, mientras entraba feliz y se subía a la cama de un salto, para luego acomodarse de un lado de esta.

A Sakura le parecía linda que ChaeWon siguiera eligiendo el lado de la cama que siempre le había pertenecido, aún sin recordarlo, tomaba las mismas decisiones.

Encendió la luz de noche, porque ChaeWon solía tenerle miedo a la oscuridad.

Había noches dónde no pasaba nada, pero si se despertaba luego de alguna pesadilla o si había tenido alguna fuerte recientemente, quería dormir con la luz encendida para poder ver qué ningún monstruo la lastimara otra vez.

Se acomodó de su lado, decidió usar su antifaz, porque le costaba consolidar el sueño con tanta luz.

— Buenas noches, linda.

— No me estás abrazando —dijo la mayor, sonaba demandante.

Sakura sonrió de lado, alzó un poco su antifaz para mirarla, la rubia estaba haciendo un puchero y con el ceño fruncido.

ChaeWon era tan adorable, quizás algo mimada, o exigente, pero no podía decirle que no, no a esa carita, no a esos pucheros, no al amor de su vida.

— Bueno, bueno, señora abrazos, deja que me acomode primero — dijo, con un poco de gracia.

Se acomodó en la cama, tapándose bien con las sábanas, y abrió sus brazos para que ChaeWon se acomodara en ellos, la sintió acurrucarse contra ella, dejó un beso sobre su frente.

— Beso de buenas noches, y abrazo de oso, ¿Ahora sí está bien?

— Mhm —dijo, asintiendo contra su pecho. — Bien, linda, buenas noches.

— Buenas noches —respondió en un murmullo.

Y como cada vez que dormía con Sakura, se sentía a salvo, protegida, y muy querida.

Sabiendo que las pesadillas no podían encontrarla en el cuarto de Sakura, y
que los monstruos no podían atravesar esa muralla de abrazos, podía soñar algo bonito, podía estar tranquila.

ChaeWon tuvo su primer buen sueño en mucho tiempo, esa misma noche.