Diez

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Sakura era su novia.

ChaeWon no sabía cómo es que estaba tan segura de ello, pero con verla entrar por la puerta del departamento sólo pudo pensar en lo afortunada que era de tener a alguien como Sakura, como su novia.

— Hola, ChaeWonssi — dijo la castaña, con su voz grave y graciosa que la hizo reír.

— Hola, Sakku — respondió al saludo, la menor fue hacia ella para unir sus labios, al que correspondió sin miedo.

En su nueva vida, ChaeWon le tenía miedo a ese tipo contacto, le traía tan malos recuerdos.

ChaeWon recordaba cuando había conocido a Sakura, en el hospital, el mismo día que había conocido a un montón de médicos, de enfermeras, a sus amigos, y a sus padres.

Tenía tanto miedo de que la tocaran, de que se acercarán a ella, el primer día ni siquiera podía soportar que alguien entrara a su habitación, quería estar lejos de todos, quería que nadie la mirara, quería desaparecer completamente.

Recordaba que la había golpeado cuando quiso acercarse a ella para abrazarla, y que se había refugiado debajo de la camilla, en un rincón de la habitación, mientras ella se había quedado de pié llorando en silencio, hasta que se fue.

Le tomó muchísimo tiempo dejar que se le acercara, muchos meses, pero de alguna forma, siempre se había sentido segura con Sakura, a pesar de que tenía miedo, en cuanto la vió sonreír sólo quería estar con ella, todo el tiempo.

Con el tiempo lo había superado, todo ese miedo, o algo así, sólo podía sentirse a gusto estando junto a Sakura, sólo podía abrazarla a ella, dormir con ella, recibir sus mimos y sus pequeños besos que solía dejar sobre su frente antes de ir a dormir... Solo podía confiar en ella.

Por un rato se quedó pensando si en verdad, sería capaz de recibir un beso en la vida real como aquel de su sueño.

Sakura se notaba tan distinta, tan feliz, hablaba con encanto, hasta parecía caminar más ligero, tan relajada y sonriente, su cabello era más brillante, de un tono castaño más claro, se veía aún más bonita de lo que ya era.

— ¿Cómo está la enana más linda del mundo? — preguntó, con una sonrisa algo burlona.

— Estoy demasiado buena para tí — respondió, cruzándose de brazos, intentando parecer enojada.

— Oh, linda, me rompes el corazón — Sakura le hizo pucheros, llevando una
mano al pecho en gesto de falso dolor, a lo que ChaeWon rodó los ojos.

— ¿Cómo te fue en el trabajo?

— Bien — se encogió de hombros—. Normal, nada malo, nada muy bueno... Sólo paso ocho horas del día extrañando a mi linda novia — suspiró de forma dramática, mientras sus manos iban a apretar sus mejillas con ternura.

— Oh, mira, yo duermo una linda siesta, compro Doritos y me los como yo sola —presumió, ChaeWon nunca había necesitado trabajar, porque sus padres eran dueños de una empresa de electrónicos, y Sakura le recordaba que por eso ella era una mimada de mierda.

— Maldita niña rica, desgraciada — dijo la castaña en tono indignado, se acercó a ella a lado rápido, por más que ChaeWon intentó alejarse la menor no la dejó, y fue a atacarla con cosquillas hasta quedar acorralada contra la pared, entre risas y golpes tontos intentando que la soltara.

— ¡Sakura, basta!

— ¡Nunca!

— ¡Sakura quiero ir al baño, basta!

Con eso Sakura se detuvo, y la abrazó con fuerza, dejó unos cuantos besos en su cuello, hasta sus mejillas y volvió a sus labios. ChaeWon despertó, abandonando el sueño en aquella escena, entre besos y mimos con la única chica con la que podía contar, misma que la abrazaba de forma protectora en la cama que estaban compartiendo.

Aquel sueño estaba tan lejos de su realidad, que ni siquiera podía pensar que algo así era posible.

Imposible que Sakura la amara tanto, imposible de que aquella linda chica fuera su novia, e imposible que ella pudiera ser así. Era imposible, ¿No? Que ChaeWon estuviera tan a gusto, y que Sakura fuera tan feliz.

Memories ❥ MSK + KCWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora