Diecisiete

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— Sakura —ChaeWon la abrazó por la espalda, la castaña hizo un ruido afirmativo—. Te quiero — añadió, derritiendo el corazón de la menor—, te quiero mucho.

— Yo también te quiero mucho, ChaeWon — dijo Sakura—, ¿Pasa algo que me lo dices tan de repente?

— Es que no quiero que te sientas mal porque no pudo decir lo que querías escuchar anoche —dijo, con un leve puchero —. Decir que te quiero es más fácil, lo puedo decir las veces que sea necesarias para que sientas que es suficiente.

— Linda, con una vez es suficiente, todo lo que hagas para mi ya es suficiente —murmuró la castaña, se separó del abrazo para darle un beso en la frente a la mayor —. ¿Quieres comer helado hoy?

ChaeWon asintió, dando saltitos alegres.

— Bien, ¿Que te parece que intentas estar más cerca de la puerta cuando venga el señor de la heladería? — Sakura tomó sus mejillas y las acarició con sus pulgares.

— ¿Por qué? — ChaeWon la miró con cierto pánico, le tenía miedo a los extraños, demasiado, y Sakura lo sabía.

— Se me ocurre que si ya has podido darme un beso, sin ponerte mal, quizás puedas superar alguna otra cosa ahora —dijo, una vez tranquila — No lo hagas si no quieres, no es una obligación, linda.

ChaeWon negó.

— Puedo intentarlo... Podría... Quedarme sentada en la mesa, en vez de esconderme en el pasillo — murmuró, viendo la mesa que usaban para comer, a unos dos metros de la entrada.

— Es una buena idea, linda. Recuerda: nadie te hará nada, estás a salvo conmigo — la castaña juntó sus frentes, ChaeWon asintió con una ligera sonrisa—. Beso de valor — murmuró, y dejó un pequeño beso en los esponjosos labios de ChaeWon, haciéndola sonreír.

A los veinte minutos llegó el chico repartidor, y ChaeWon movía sus pies, nerviosa, sentada frente a la mesa del comedor, intentando no mirar a la puerta y sin pensar en las ganas que tenía de salir corriendo a esconderse.

Sakura fue a atender y decidió ser lo más rápida posible, sin esperar cambio, le dio los billetes, dejando propina y recibió del helado, para despedirse y volver a cerrar la puerta, vio a ChaeWon que estaba contando en voz baja, mientras tenía sus ojitos cerrados.

— ¡Muy bien, ChaeWonssi! Lo hiciste.

ChaeWon dió un pequeño salto del susto, para mirarla sin entender hasta sonreir.

— Estoy muy orgullosa de ti, linda, eres tan valiente, me encanta —la felicitó con emoción, haciendo que la rubia se ruborizara— Tendrás más helado como premio —añadió, poniéndola aún más feliz.

Memories ❥ MSK + KCWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora