Memories ❥ MSK + KCW

Uno

Con un grito ahogado se sentó en su cama de golpe, en la oscuridad del cuarto, las imágenes del sueño se confundían frente a sus ojos entre la negrura de la habitación, mientras sus manos se apretaban contra su pecho y el llanto amenazaba con surgir.

ChaeWon podía jurar que veía y sentía las manos tocandola por todas partes, una voz grave y razposa decía cosas sin sentido pero que no le gustaban para nada, todo su cuerpo se tensó al punto que le dolían los músculos, y temblaba mientras los sollozos comenzaban.

—¡Sakura!

Llamó a la única que podría ayudarla, aquella linda chica que vivía con ella y la cuidaba.

No tardó mucho para que los pasos apresurados se escucharán en el pasillo, igual que cada vez que aquello ocurría, se abría la puerta, se encendía la luz y sólo después de eso ChaeWon podía volver a respirar, luego los fuertes brazos de aquella mujer la rodeaban, haciéndola sentir protegida.

Lloró en silencio sobre el hombro de Sakura, mientras está dejaba caricias en su cabello y murmuraba suavemente cosas bonitas para calmarla.

— ¿Otra pesadilla, ChaeWonnie?

— Mhm...

— Ya pasó, linda, no es real... Nada de eso es real.

Los brazos de la de mechas rubias rodeaban con firmeza la cintura de la castaña, podía sentir su miedo en ese abrazo, cosa que le rompía el corazón.

— Está bien, linda, ¿Quieres dormir conmigo hoy? — ofreció, su tono siempre era suave y tan lindo al hablar, que hacia sentir a ChaeWon segura.

Cómo si Sakura fuera su refugio, el único punto cálido en el mundo, su principio y final, siempre se iba de sus brazos para volver después.

Sabía que Sakura siempre iba a estar para ella.

ChaeWon asintió, borrando sus lágrimas y sorbiendo su nariz.

Le gustaba dormir con Sakura, junto a ella no tenía esas pesadillas, junto a ella sentia como si una gran muralla la separara de todo mal, con ella estaba a salvo de todo.

— Vamos, linda, te llevo —murmuró, ChaeWon rodeó su cuello y como era costumbre, Sakura la cargó en brazos hasta su cuarto, dónde una cama grande y amplia siempre estaba disponible para todas las noches dónde las pesadillas no la dejaban dormir sola.

Tenía su lado especial y sus almohadas, a veces tenía una mantita para abrazar, pero con Sakura a su lado no necesitaba abrazar a nada más.

Se acurrucó cerca de su cuerpo, haciéndose una bolita, junto a la linda chica castaña que se quedaba largos ratos admirándola hasta que se dormía de nuevo, sin darse cuenta.