Ámame otra vez +21

Capitulo 10/ Imágenes Borrosas.

Steven Moguilévich

Acurruco bien su cobija encima de Berlín entregándole su conejo de orejas, o como suele llamarlo, le acaricio su cachete con un ligero toque dándole una ultima mirada, salgo cerrando la puerta detrás mío.  

Es la primera noche que se puede quedar conmigo después de varios meses que no me lo permitió robándome mis derechos.

Hay algunas cosas que no me puedo permitir y hacerlo a mi manera si no estoy en mis terrenos; eso es lo jodido de estar en los terrenos de alguien mas estoy mas que seguro que en unos años mas me tendré que ir. 

Después de todo tengo que volver a Rusia y asumir mis obligaciones en unos meses mas.  

Entro a mi despacho y camino en dirección en donde tengo mis bebidas de todo tipo, me sirvo wiski mirando como el liquido cae en un vaso lo tome entre mis manos y me lo tomo en un solo segundo. 

Tomo asiento recostando mi cabeza en el respaldo relajándome unos momentos.

—Me gusta—declara mirando atreves del telescopio. 

—Enserio que curioso, entonces todas las noches veremos las estrellas—menciono mirándola.

—Te esperare Steven, todas las noches. 

—Las estrellas brillan mucho hoy, pero no mas de lo que miran mis ojos—declaro mirándola. 

Esa noche le prometí las estrellas y admirarlas cada noche; fue a los dos meses de casarnos al principio fue complicado no sabia como hablarle o como iniciar una conversación no hasta que descubrí que le gustaba admirar las estrellas.  

Hay es donde empezó, donde fui descubriendo cada parte de ella al igual que sus temores era un libro abierto en cambio yo era una muy cerrado donde buscas la manera de descifrar su historia. 

—Me encanta, pero que es—me roba una sonrisa y le extiendo la caja negra en sus manos. 

—Es una sorpresa, cuando encuentres la llave la podrás abrir—me mira confusa mirando la caja en sus manos. 

—Pero la llave donde esta.

—Vas a tener que buscarla te voy a dar una pista, Es donde Cae la noche—me cruzo de brazos y confusión inunda sus rasgos. 

—¿Donde cae la noche?—repite pensativa—En todos lados cae la noche es imposible. 

—Nada es imposible si lo buscas—Le robo un beso en la meguilla y salgo casi corriendo de su alcance. 

Nuestros primeros meses era algo irreal algo casi imposible, uno en donde solo habitaba yo porque después de eso venían mis pesadilla donde estaba en rusia atormentándome en mis sueños recordando el rostro de el. 

Al primero quien mate con mis manos cubriéndome del color carmesí y sentir la necesidad de huir y dejar todo hay  y correr lejos de su alcance;  esa persona no era una persona común. 

Porque nunca te los mencione Ángel, porque tenia miedo, miedo de perderte de que le temieras a mi otro yo. 

El cual al final lo termine demostrando de una manera que me terminaste  odiando. 

Dos años de Matrimonio. 

—Porque llegas tan tarde, estas bien— pregunta preagrupada y en respuesta ruedo los ojos  y hastiado suspiro. 

—Mañana no vendré a casa tengo asuntos en la empresa—le contesto cortante ignorando su pregunta camino por la cocina en busca de un vaso de agua.