Capitulo 12/Si no estas.

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Ángel Jonhson

tres semanas pasaron desde que llegamos a EE.UU y las cosas se fueron poniendo algo bruscas mas con la empresa y mi padre insistiendo de que mi residencia sea permanente prometiéndome que Bastián tendría una educación mas estable y estaríamos mas cómodos.

Pero sigo firme con mi decisión arreglare sus asuntos acá y terminare el proyecto que me asigno por ultimo con Steven que será complicado.

Aunque complicado no es la palabra, una fatalidad esa es la palabra duele verlo me ase recordar todo y me frustro, Me estoy rompiendo por dentro por que en verdad me duele y mas cuando veo a Bastián a mi lado.

Cuando lo tengo cerca es inexplicable, es como poder verlo pero no poder tocarlo sintiendo un nudo en mi garganta donde se congela mi alrededor .

Después que nos anunciaron sobre el proyecto eventualmente nos comunicamos por línea o Gmail nada mas que profesionalismo en los correos o ideas que sugerimos ambos; en cada línea hay palabras cortante nos comunicamos sin muestras de afecto.

Y es lo que espero siempre.

Y así es como quiero que se mantenga por ahora no e tenido que ir a la empresa ya que trabajo desde casa y estoy mas con Bastián es lo que le pedí de favor a mi padre.

—Donde esta mi rabanito—logro escuchar a mi tía.

Giro mi cabeza viendo como mi tía busca en cada rincón de la sala a Batían mientras yo ayuda a mi madre a Aser la cena del día de hoy que es un día muy especial para nosotros.

Estas fechas son días difíciles para nosotros, es un día triste de duelo, pero a la vez uno lleno de alegría recordándonos momentos increíbles y duraderos que quedaran en nuestra memoria como fotos que guardamos mejor que en un móvil.

—Mama, Mama mira—giro mi mirada Asia Bastián quien tiene en manos una fotografía mía y de Nattaniel formando un abrazo exagerado porque en ese momento el estaba molesto conmigo.

Tendría doce años y yo nueve; el era tan revoltoso y con una energía que nunca se acababa asiendo sentir viva la casa gritando por todos lados y corriendo por cada rincón, en cambio yo era mas tranquila nunca sabias si estaba o no.

Nattaniel me sacaba de mi zona de confort siempre asiéndome gritar y llorar por cosas ridículas que Asia contra mi, en esa fotografía recuerdo a ver roto su cámara que le regalo papa por su cumpleaños.

Nunca me dejaba tocarla ni una sola vez y en una de esas la tome saliendo afuera para tomar una fotografía a nuestra perrita que teníamos en ese momento la cual fue la culpable, trate de enmendarlo pero era demasiado tarde y me descubrió.

Recuerdo lo enojado que estaba conmigo hasta llegar a no hablarme por tres días ya era algo excesivo y en respuesta llore todo un día y en ese momento me vio diciendo que todo estaba perdonado que no tenia porque llorar.

Si supiera que aun lloro porque no lo tengo conmigo seguro se burlaría de mi por ser una llorona.

—¿En que momento tomaste esta foto mama?—tomo la fotografía en mis manos preguntándole a mi madre.

Sonríe tomando el cuadro acariciando con las yemas de sus dedos los costados de la foto hasta llegar a donde el rostro de Nattaniel una en donde rueda los ojos y yo me encuentro alado suyo secando mi lagrimas.

—Era inevitable no hacerlo cuando se escuchaba tus lloriqueos desde la sala—Ríe con la mirada perdida en la foto—la foto la tomo tu padre, no se porque tomo una foto así.

Sonríe de volviéndome la fotografía.

—¿Mama el es mi tío?—pregunta Bastián.

Asiento sonriendo.

Ámame otra vez +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora