𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍-gojo satoru ✅

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Los muertos del pasado I

—¡Hoy vamos a hacer algo divertido que prepare ayer! Ya que Itadori no es el único que se puede divertir en este mes antes del Festival de Intercambio de las Escuelas Hermanas.

Gojo radiaba con energía, mientras que sus alumnos estaban deprimidos de a saber qué infierno los sometería aquel loco que tenían de profesor. Él perfectamente los podría dejar contra una maldición de grado especial mientras se iba por algún lado a comprar cosas, o más bien dulces. También era capaz de meterlos en situaciones de riesgo solo para saber como actuarían o su nivel. Pero para suerte de ellos, una vez que Shinei apareció como su profesora, esas actividades locas que ponía antes el albino se recudieron un poco en locura. Y los alumnos de segundo año eran los más agradecidos en ello.

—He preparado un área en el bosque en el que habrá maldiciones de bajo rango esparcidas en, un total de veinte. Eso es cortesía de vuestra querida Shinei sensei.—dijo Gojo mientras la señalaba con las manos.—Os dividiremos en dos grupos, para hacerlo más justo en la diferencia de poder. Las chicas estaréis juntas y los chicos también. Quien exorcice más maldiciones hasta que se acaben, harán el castigo de Shinei sensei
(El más ligero y moderado) y los que pierdan, harán el mío. (El más duro y loco)

—¿Entonces da igual si ganamos o perdemos, tendremos un castigo de todas formas?—dijo Megumi algo confundido.

—Si, pero hay una diferencia.—habló esta vez Shinei.—Mi castigo es de subir y bajar cinco veces las escaleras, y él de él es el doble.

Las caras de felicidad de los alumnos se esfumaron cuando escucharon que el castigo estaba relacionado con las "Escaleras del Infierno", así lo apodaron cuando vinieron por primera caminando y esta segunda vez también.
Y lo único en lo que pensaban era que querían "ganar" para no tener que subir y bajar diez veces.

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Los estudiantes ya estaban en aquella área del bosque que designaron para este pequeño entrenamiento, tenían por supuesto la barrera de Tengen sama ahí para limitar el lugar y que nadie los interrumpiese a los alumnos. También habían puesto altavoces en los puntos de partidas de los jóvenes hechiceros.

—Antes de comenzar con nuestra pequeña actividad sin riesgos, vuestra querida y adorada Shinei sensei dirá las reglas que habrá.—dijo Gojo con un tono infantil que irritó a la mayoría mientras le pasaba el micrófono a Shinei.

— La única regla sería no se permiten combates entre vosotros, se trata de una carrera de tiempo para quien exorciza a más maldiciones en el menos tiempo posible. Además de las obvias en las que no me molestaré decir porque no creo que seáis unos ignorantes.

—¡Que comience la Caza de Maldiciones!

Anunció Gojo con entusiasmo, pronto vieron por las pantallas que puso Shinei a los alumnos exorcizando maldiciones. Como eran maldiciones que estaban ligadas a Shinei, ella sentía cuando una de ellas era exorcizada.

—Parece ser que las chicas son más rápidas que los chicos, ya han exorcizado una. Bueno, los chicos también, fue Megumi.—comentó ella sobre la situación en el área.

—¿Podemos retomar lo de esta mañana?

—Satoru, no ahora que tenemos que vigilarlos.—refiriéndose a los alumnos que estaban exorcizando maldiciones.

—Son solo maldiciones de bajo grado, estarán bien y no hace falta preocuparse.—dijo él que con un veloz movimiento la tenía sentada sobre sus muslos frente a él.—Así que podríamos divertirnos un rato.

Dijo mientras sus dedos estaban con la tarea de desabrochar cada uno de los botones de su camisa, mientas que su boca estaba saciando su hambre con un beso apasionado que recorría toda su cavidad bucal. Ella rodeó su cuellos con sus brazos, uniéndolos más cerca del uno al otro. Él llegó hasta su pantalón y se deshizo de él de un movimiento, tirándolo en algún lugar de la habitación.

—Satoru...

—No grites demasiado Shinei, tus hermanos nos podrían escuchar como anoche.—dijo este mientrasunida su cabeza en su hombro y le mordía la oreja. Iba depositando besos por toda esa zona. Sus dedos ya se hicieron camino por las bragas mojadas de la femenina.

Cuando iba a continuar con eso, ella se levantó abruptamente con un rostro de preocupación y los monitores que vigilaban a los alumnos se apagaron también. Cerró los ojos para obtener una mejor sensación del estado de las maldiciones.

—¿Qué pasa Shinei?

—Las maldiciones han sido exorcizadas al mismo tiempo todas, he perdido la ubicación de los chicos o también.—decía en un tono medio tranquilo pero apresurado mientras se ponía su pantalón y se abrochaba su camisa.—Idiota.

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Ambos llegaron al área pero había una barrera que los impedía entrar, más bien le impedía entrar a ella. "¿Una barrera anti-Shinei? Esto no es posible, solo una persona es capaz de hacer esto." pensó ella, su corazón casi se hundía pero mantuvo la compostura porque habían muchas vida en juego en aquel momento para que ella cayera víctima de sus emociones humanas. Con sola una mirada a Satoru, este entendió lo que tenía que hacer. Tenían una cierta telepatía con todos estos años que estuvieron al lado del otro.

Mientras Satoru, quien si podía entrar a dentro de la barrera, buscaba a los alumnos y se los llevaba a un lugar seguro. Ella rompería la barrera y acabaría con cualquier maldición que hubiera causado esto, sabía que tenía que ser si o si una de primer grado o grado especial que no estuviera registrada. Nunca se imaginó lo que encontraría aquel día y cómo afectaría a su vida de nuevo.

Ella usó una de sus muchas habilidades, levitó hasta el centro superior de la barrera y murmuró su técnica maldita "Técnica divina: Destrucción" La barrera se levantó como esperaba , vio a Gojo en la parte sur y le seguían todos los alumnos ilesos. "Qué extraño." pensó ella, ya que no se lo esperaba. No que quisiera que estuvieran heridos pero casi nunca ocurría eso.
Sus ojos vago por el área que prepararon para la actividad, sabiendo que se le vendría a Satoru y a ella un gran regaño de parte de Yaga. Pero de eso se preocuparía después de exorcizar la maldición.

Fijó su vista en un punto concreto en la zona norte, notaba la fuerte concentración d energía maldita ahí pero por los árboles abundantes que habían dificultaba su visión desde el aire. Bajo en esa zona, sintiendo esa energía maldita ligeramente familiar justo detrás de ella.

Cuando lo vio, se quedó inmóvil.