𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 ||| ᴊᴊᴋ ғᴀɴғɪᴄ
❝ Shinei era la única persona sobre la Tierra,
que era capaz de hacer temblar y sentir miedo
al hechicero más poderoso de su generación.
Aunque ella era su igual en todos los aspectos.❞
𝐠𝐨𝐣𝐨 𝐬𝐚𝐭𝐨𝐫...
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Parecía que cuando despertaron tenían como cinco llamadas perdidas del director Yaga cada uno respectivamente, también un mismo mensaje que decía "Venid a verme en la Escuela, tengo que hablar con vosotros dos." Qué gracioso que asumiera que estábamos juntos, aunque sí lo estuviéramos. Seguramente era para regañarlos respecto al asunto del director Gakuganji de ayer y porque le cambiamos su horario. Quizás también como Gojo amenazó al pobre Ichiji. A pesar de todo, se vistieron y fueron a la Escuela de Jujutsu para hablar con el director.
—Hasta que aparecéis vosotros dos, son las dos del mediodía. Os envié el mensaje hace dos horas.—dijo en un tono serio mientras les dedicaba una mirada fulminante a sus antiguos alumnos.
—No especificaste una hora, Yaga.—se excusó Satoru.
—Es cierto, ¿pero qué tenéis que decir sobre el trato que le disteis al director Gakuganji ayer y el repentino cambio de agenda que sufrí ayer? Además de que tú.—miró fijamente a Gojo.—Amenazaste a Ichiji. ¿Que tenéis que decir cada uno sobre esto?
—No me arrepiento de nada que hice, aunque debo decir que lo hice por una muy buena razón.—argumentó Gojo pero Yaga no estuvo convencido y le dio un golpe en la cabeza.—Eso no era necesario.
—Gojo Satoru me influenció y obligó.—dijo Shinei, así que Yaga solo la regañó.
—¿Y a ella no le has dado ningún golpe?—protestó Satoru al ver que solo la castigaron con palabras y a él físicamente.
—Ella es una buena persona que no me irrita como tú, que eres un dolor de cabeza constante.—respondió Yaga algo indiferente.—Además es mi ex alumna favorita.
—¡Ja!—exclamó Shinei mientras señalaba a Gojo.
—Se que no es cierto, ¿cómo puedo ser un dolor de cabeza si me comporto todos los días como un angelito que no hace nada malo? Admítelo, yo soy tu alumnos preferido.
—No.—respondió muy seguro.—Ella lo es.
Después de que regañaran a ambos algo más, Yaga pidió que Shinei se quedara un momento más. Que necesitaba hablar sobre algo más con ella en privado. Quién sabe porqué cuando dijo eso, miró fulminantemente al usuario de los Seis Ojos. Porque era un cotilla sobre todo.
—Puedo ver que Satoru no ha cambiado nada desde vuestros años como estudiantes, aunque sí luce mucho más feliz estos últimos meses en los que os habéis reconciliado.—comentó Yaga.—Y eso lo vuelve el doble de infantil e insoportable.
—Dímelo a mi, he sido quien lo ha tenido que soportar cada segundo.
—Pero tú has cambiado Shinei, ¿qué ha pasado?
Ella se quedó en silencio, no sabiendo qué decirle a su antiguo profesor en la Escuela de Jujutsu. Realmente no pensó que nadie lo fuera notar, ya que ni siquiera Satoru con los Seis Ojos lo hizo. ¿Quién más podría hacerlo?
