𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍-gojo satoru ✅

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ARCO—El recipiente del plasma estelar
"El día que todo cambió"

Mantenía una expresión serena mientras hablaba de este tema muy personal para mí, Geto era mi mejor amigo y merecía saber tanto la verdad como Gojo. Quizás no pueda entenderme como el lo hace, pero el sentimiento es lo que cuenta en estos casos.

—El peso de ser una divinidad, la chamán más fuerte de la hechicería actual teniendo solo diecisiete años, es enorme. No podrías empezar a imaginártelo.—mire hacia el mar, ahí se encontraban Gojo y Riko jugando.—El es igual que yo, por eso lo amo. Aunque haya una gran diferencia entre él y yo.

—¿Cuál?

—La soledad de la cima de mi montaña, es muchísimo más inmensa. Nadie como yo había nacido desde hace seiscientos años, imagínate.

Justo en aquel momento, Kuroi volvió con algunas bebidas y nos dijo que se iría junto con el par de niños al mar. Nosotros asentimos, preferíamos el tiempo a solas y en calma. Esa tranquilidad que Shinei sentía en aquel momento, no la volvería a experimentar otra vez en su vida. Y no sabía cómo la muerte de una humana, podría darle un giro de 360 grados a su vida.
¿Quién sabía que el destino hizo esto?

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Al día siguiente volvimos al Colegio Técnico de Hechicería Metropolitana de Tokio, una de las principales sedes para los hechiceros y donde los nuevos se formaban en. Podría decir que fue extraño que nadie más nos fuera a atacar durante nuestro viaje, después de todo, la recompensa por la vida de Riko Amanai era de 30¥ millones de yenes y a aparte de aquellos que vinieron a su escuela, ninguno más apareció. Algo que me resultó muy extraño, pero no le di demasiada importancia. Como de equivocada estaba, desde ahí solo mi vida comenzó a empeorar.

Justo habíamos subido las escaleras para llegar hasta las instalaciones principales de la Escuela, estaba todo tranquilo. Diría que demasiado tranquilo, algo que no me gustaba para nada. Era ese tipo de tranquilidad que venía antes de que algo malo fuera a pasar en ese momento. Nos paramos a medio camino.

—Esperad.—ordené, mire a nuestro alrededor. Había una sensación extraña pero no sabía identificar el que. Era ligeramente familiar, pero distante a la vez.

Y sentí como algo iba por mi pecho, en mi corazón, algo metal pero infundado con energía maldita. No era estupida, pero bajé mi guardia por tan solo un minuto y pasó esto. Cuando me gire, mi sangre estaba hirviendo al ver quién era.

—Toji Zenin, ¿cierto, no?—pregunté con una sonrisa falsa.

—Sabes mejor que usar el apellido de mi Clan, después de todo sabes lo que ha pasado. Eres la líder del gran Clan Jinsei, uno de dioses me dijeron.—mostraba una medio sonrisa, con esa sensación de engreído.—No esperaba que fuera tan fácil derrotar a dos de vosotros, tu hermano bastardo fue un contrincante algo lamentable.