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Deseos

—Director Yaga, director Gakuganji

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—Director Yaga, director Gakuganji.—saludo a los  mayores en cuanto entró a la Sala de Reuniones.—Podemos empezar con la reunión.

—Siéntate por favor, ¿café o té?

—Ninguno director Yaga, nos hemos reunido para hablar sobre mi hermana y la líder del Clan Jinsei. Todos los presentes sabemos que es lo que significa esto, así que dejemos estas pequeñas charlas introductorias.

Tomo asiento en el sofá frente de los dos directores de las escuelas de Jujutsu, aguantando toda su enfado dentro de sí por el bien de todos. Estaba molesto, no, furioso de que se atrevieran a cuestionar la capacidad o poder de su hermana menor en base a una sola derrota en sus diecisiete años como chamán de grado especial. Era un insulto y de los más graves que pudieras haber hecho. Después de todo lo que ella dio por el bien común, de todo lo sacrificado, del sufrimiento y perdiéndose a sí misma entre todo esto porque no se le estaba permitido morir. Ya que sentenciaría a la humanidad con una guerra sin fin que no ganarían en aquel momento. No bastaba con que no la tacharan de ser monstruo sin límites o que simplemente cuestionaran cada decisión hecha, fuera errónea o correcta.

Keishin fue quien atendió a la reunión de los dos hermanos, ya que Tora estaba en otro país y encima no sería tan educado con los Altos Mandos.

—Creo que es inmensamente irrespetuoso de que en este momento de más necesidad en el Clan Jinsei, os atreváis a cuestionar la decisión personal de mi hermana.—dijo con un semblante gélido y un tono serio.

—No es por tu hermana, es la líder del Clan Divino, la protección de la Vasija del Plasma Estelar era una fácil y sin inconvenientes. Y falló rotundamente a pesar de tener a dos de nuestros hechiceros más fuertes a su disposición.—empezó diciendo el director Gakuganji.—Encima del incidente que ella causó hace años.

—Si era tan fácil la misión, la hubiera realizado usted mismo, ¿no cree?—Keishin estaba preparado para destrozarlos si fuera necesario, para suerte de ellos, no lo fue.—Veamos cómo se las hubiera apañado con Toji Fushiguro, quien por lejos, sería la persona más fuerte del asqueroso y nauseoso Clan Zenin que os han enviado.

—Keishin, ten más respeto hablando de uno de los Tres Grandes Clanes.

—Ustedes deberían de tener más respeto, sabiendo a quien estáis oponiendo.

La sala se sumió bajo un silencioso sumamente incómodo y en el cual nadie se atrevía a hablar, al menos por parte de los directores. También se formó una tensión entre Keishin y el director Gakuganji, nunca se llevaron bien pero se toleraban hasta ahora.

—Mi hermana es demasiado benevolente con seres tan inferiores como vosotros, incluso cuando su propia vida estaba en riesgo, pensó por el bien común.—dijo el de cabellos negros y blancos, mientras se levantaba.—Tenéis suerte de que no os hubiera decimado.

|•••|

Me desperté días después de lo sucedido, me maldije internamente por no haberme asegurado de que moriría. Aunque quizás en el fondo no era lo que quería realmente, ya que lo único que quería era que todo este dolor y sufrimiento por el que pasaba diariamente se redujera en algún punto. Ya que no sabía para quien lo estaba haciendo, los humanos eran una maldita basura divina que no merecían el regalo de la vida. Quería matarlos a todos, crear una sociedad de solo hechiceros, soñaba bien pero eso era de locos. Podría, pero no.

Además de despertarme y recibir los cuidados y preocupación constantes de mis hermanos, me enteré de que le asignaron una misión a Satoru en Europa o algo así. No recibí muchos detalles, solo que volvería al día siguiente ya que le informaron de que desperté.

—Lo siento Suguru, debo de haberos causado a todos tanta preocupación innecesaria. Ya que desgraciadamente sigo aquí, coleando.—dije en un susurro que pudo oír.

—No pidas perdón por algo que no es culpa tuya, lo que nos importa es que estés bien ahora. Tus hermanos se ocuparán de todo.—utilizó un tono suave, al que estaba acostumbrada y esa sonrisa que no veía desde hace tiempo. Mientras acariciaba mi mano.

—¿Puedo preguntarte algo?

—Lánzame la pregunta.

—¿Merezco ser una divinidad y la hechicera más fuerte, si ni siquiera puedo proteger a aquellos quienes más amo? La muerte de Amanai, Kuroi fueron mi culpa. Se supone que debía de protegerlas y les fallé, a ellas y a vosotros dos que resultasteis tan heridos porque no era lo suficientemente fuerte o inteligente para ver tras Toji Fushiguro.

Fue una subestimación decir que yo no afecte en nada al comportamiento que Suguru Geto tuvo después de esta conversación nocturna, debí de anticiparlo pero no podía hacer nada frente a la pero maldición que todos compartíamos, el amor.
Podía ser la mejor y la peor de todas al mismo tiempo, aunque había muchísimas pegas. No escogías a quien ambas de esa manera inexplicable, que con solo verla se iluminaba tu día y estabas feliz, de su tacto sentías una conexión de otro mundo y encima no querías que fuera dañada de algunas manera. O por lo menos eso era lo que Suguru seguramente sentía por mi. Era una maldita ciega por no verlo, pero prácticamente lo controlaba sin saberlo o quererlo. Todos lo sabían, Gojo también, todos excepto yo. Porque jamás lo pude amar de esa manera.

—Shinei, eres más que suficiente en mis ojos.—me dijo.—Ellos los humanos, son gente horrible y egoísta, no deberías de preocuparte por ellos tanto. No deberías de estar tan triste por hormigas insignificantes.

—Suguru, ¿no decías siempre que ese era mi deber como la hechicera más fuerte?

—Si, pero hay casos excepcionales.—respondió con firmeza, tomando mi mano.—¿Qué es lo que más deseas Shinei? Quiero hacerlo realidad aunque me cueste la vida.

—No necesitas ir a tales extremos por alguien como yo.

—Oh, pero es necesario.

—Desde que nací fui considerada como un ser sobrenatural a los demás, recibí un trato especial y me percibían siempre como un monstruo. Pensaban que yo lo tenía todo lo que alguien querría. Pero no estaban más lejanos de la realidad, yo realmente solo deseaba ser normal.

 Pero no estaban más lejanos de la realidad, yo realmente solo deseaba ser normal

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𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍-gojo satoru ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora