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Se había cruzado de piernas y se había alejado de las peleas, sabiendo que incluso si lo intentaba perdería.
Su quirk no era para combatir, algunas veces le había servido para durar en medio de una pelea, pero no tenía una fuerza superior a la de cualquier persona con un quirk promedio. Casi siempre era salvada por Twice, algo que sin duda agradecía, porque él tenía mejores habilidades de combate que ella.
Sus pies llevaban casi media hora colgando desde la azotea de un tejado, observando como Toga peleaba con otro mujer, pensó en intervenir un par de veces.
Pero esas ideas no pudieron llevarse a cabo hasta que la observó correr y usar su quirk para tomar la apariencia de otra mujer, además de hacer uso de él quirk ajeno para elevar algunos objetos y hacerlos caer sobre su contrincante.
Nat suspiró, poniéndose de pie antes de usar unas escaleras de metal desgastadas para bajar del tejado y correr en búsqueda de Himiko.
── ¿Tu qué haces aquí? ¿No deberías estar peleando? ¡Me alegro de ver que sigas viva! ─ su sonrisa apareció al escuchar la voz de Twice a sus espaldas, girando un poco la cabeza para verlo de reojo.
── Creí que tu estarías muerto, me alegro de saber que no tendré que gastar dinero en un funeral para un imbécil ─ Twice asintió y la rodeó, tomando ventaja por algunos pasos.
Tuvieron que caminar un poco hasta que lograron encontrar a Toga tirada en una pequeña bodega.
── ¡No tenía idea de a dónde habías ido! No me importo ─ Nat se puso de cuclillas frente a ella, tomando su mano para intentar hacer uso de su quirk para ayudarla a poner de pie. ── ¡Esto no puede ser real, no puede serlo! Nunca sentí el cuerpo de alguien así de frío, mierda...
── Twice. ─ Nat le reclamó en un pequeño susurró, manteniendo los ojos cerrados.
── ¿Estás tratando e quitarle la energía? ¡Ja, te estas intentando comunicar con un muerto!
── Cierra la boca, maldito imbécil ─ la voz de Toga le sacó una pequeña risa a Nat, además de una mala mirada de parte de Twice.
── ¿Cómo se supone que me calle? ¡Estas cubierta de sangre! ─ Nat comenzó a alejar sus manos del cuerpo de Toga, sosteniendo su cabeza al sentir un pequeño mareo.
Debía aprender a usarlo en otras personas, estúpido papá.
── ¡Tomura! ─ Nat se puso de pie y después de balancearse un poco, se alejó corriendo.
── ¡Oye, regresa! Al fin se fue. ─ tomó a Toga entre brazos y se preparó para comenzar a alejarse en busca del resto, deteniéndose al ver un grupo de personas frente a él ─ ¿Eh?
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