¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
── ¿Estás usando un traje? ─ Nat asomó la cabeza por la puerta, suspirando al ver que él seguía luchando con hacer el nudo de la corbata ─ ¿Por qué no aceptaste la ayuda?
── Lo sé hacer ─ ella entró a la habitación y lo obligó a quedarse quieto mientras se encargaba de la corbata y de arreglar su cuello.
── ¿Debería vender todo lo que compré en estos días sin Kurogiri? ─ Nat sonrió cuando las manos de Tomura rozaron las suyas, sintiendo escalofríos antes de acercarle sus guantes.
── Haz lo que quieras ─ él le respondió, evitando verla y dedicándose a ver la forma en que sus manos se veían.
── Ahora que tienes un ejército debería ser más fácil conseguir un poco de tiempo libre, ¿no crees? Tal vez podrías volver a conseguir una consola y...
── ¿No has estado prestando atención s todas nuestras reuniones? ─ él la interrumpió, viéndola fruncir el ceño.
── Ellos pueden arreglar todo sin tenerte a ti. ─ Nat comenzó a caminar a la puerta, dejándolo seguirla.
── ¿Vas a salir así? ─ la voz de Tomura salió más rasposa de lo habitual, pero a ella le dio igual y se encogió de hombros.
── Todos van a salir vestidos como siempre, todos menos tú.
── Porque soy el líder.
── Entonces eres la única excepción.
Guardaron silencio al llegar al pasillo principal del lugar, Nat giró a verlo y le sonrió un poco.
── Además, últimamente no me gusta que mucha gente me vea a la vez. Tal vez después podrías contarme de qué hablaron.
── Nagase ─ Nat había comenzado a alejarse hasta que Tomura me habló ─ Destruí tu portátil.
── Ya lo sabia.
Ella se alejó con una sonrisa, dejando a Tomura a solas.
Tal vez ganarse la confianza de Nagase era más sencillo de lo que creía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
