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Nat fue la única que se acercó más de lo que debía a Tomura, se detuvo a solo unos metros. suspirando al sentir como a cada paso que daba la tensión aumentanba. Aquel malestar volvió a su cuerpo e intentó alejarse, sintiendo como las naúseas volvían a manifestarse en su cuerpo al igual que aquella picazón.
Sentía sobre sí la mirada de todos los integrantes, pero no pudo hacer más que buscar una salida del lugar, necesitaba aire. Necesitaba correr, necesitaba algo que era incapaz de identificar. Se detuvo en las afueras de aquella habitación, no sabía el lugar en el que se encontraba y alejarse más podría resultar en ella perdida, vagando por las calles e intentando entablar alguna conversación con algún desconocido para poder volver al lugar al que el portal de Kurogiri los había llevado.
Desde que había dejado de consumir las medicinas que la comisión de héroes la obligaba a consumir, aquellos malestares no dejaban de presentarse en cualquier lugar. Sentía como su cuerpo, se sentía como un cuerpo real y no como lo que se había acostumbrado a sentir, aquella sensación de estar volando en cualquier momento había desaparecido. Y no había nada que Nat pudiera hacer, lo que no había desaparecido en el baño del hospital, lo había hecho con el rescate a Katsuki Bakugo.
Lo ultimo de sus medicamentos se encontraba en aquel bar, o tal vez ya no era así y estaban en manos de los héroes.
── Shigaraki dijo que iba a decir algo, será mejor que entres ─ Magne la observaba por una pequeña apertura de la puerta, Nat asintió y volvió a entrar.
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