Pilotos《•Showki•》

8. Arte celestial

ʜʏᴜɴᴡᴏᴏ's ᴘᴏᴠ

Nunca imaginé que pudiera ser capaz de asesinar hasta esta mañana, pero era posible, y podía suceder en cualquier momento.

Como si encontrarme con Solo no fuera suficiente, ¿tenía que ser mi compañero durante la competición? ¿Era esto una especie de cruel broma kármica que venía a morderme el culo? No recordaba haber hecho nada tan malo como para merecer quedarme con el célebre piloto. Si se descarrilaba y arruinaba mis posibilidades de llegar a la cima, definitivamente habría una muerte más tarde.

Una vez que llegué al avión que me asignaron, pasé por el control previo, y a mi lado Solo hizo lo mismo.

Olvídate de él. Mantén tu mente en el aire. Mantén la calma y prepárate para cualquier cosa.

Después de pasar por los controles, cerré los ojos mientras estabasentado en la cabina y respiré hondo antes de dejar el aire salir lentamente, despejando mi cabeza. Esto es para lo que había nacido, y nadie se cruzaba en mi camino para probarlo. 

Me puse el casco, la máscara y esperé mi señal. Solo se posicionó para despegar delante de mí, y cuando le dieron el visto bueno, arrancó por la pista.

Aquí vamos. La adrenalina ya bombeaba por mis venas, dándome un zumbido que ni el alcohol podía. Llevaba años volando, y una cosa inesperada cuando empecé a volar es que nunca pasaba de moda. La emoción de pilotar un avión no se parecía a nada de lo que había experimentado en mi vida, y cuando me dieron el visto bueno para despegar, golpeé los motores y rugí en la pista. Todo mi cuerpo vibró mientras aumentaba la velocidad, más, más, y entonces el avión estaba en el aire, volando hacia el cielo azul claro, sin una nube que bloqueara la vista.
El corazón me palpitaba en el pecho, aunque mantenía el suave control que siempre tenía cuando volaba. Más adelante, divisé a Solo y continué la subida hasta los 31.000 pies, donde se había nivelado.

Juega limpio por una vez en tu vida, Solo.

La misión que se había planteado en el informe de hoy era sencilla y directa.
El comandante quería ver nuestras maniobras básicas de combate y cómo nos manejamos en una pelea cuerpo a cuerpo. Esto es algo que habíamos practicado repetidamente.
Un enfrentamiento en el aire donde cada uno de nosotros intentaba maniobrar detrás del avión de nuestro oponente e interceptar a los intrusos percibidos en un intento de desviarlos de su curso y abandonar el área.

¿Y si no se iban? Bueno, ahí era cuando rezabas para saber qué demonios hacías ahí arriba. El rugido del torbellino al girar hizo que mis alas se tensaran, y era un sonido que nunca me cansaría de oír. Me puse en formación con Solo, a unos tres metros de donde su jet estaba desgarrando el cielo. 
Entonces comprobé la línea de mis alas y las referencias longitudinales para asegurarme que estaba en posición. Como su compañero de ala hoy, era mi trabajo vigilar mi distancia entodo momento y asegurarme de que la separación entre la punta del ala y el extremo del morro fuese exacta, para mantener nuestro vuelo seguro. Como líder, era el trabajo de Solo delegar tareas dentro del vuelo para asegurar que la misión se cumpliera con seguridad. Sabía que haría mi parte con la mayor diligencia y responsabilidad, pero en cuanto a Solo, quién sabe qué truco haría.

—Oso, qué bueno que finalmente te uniste a mí hoy aquí. Te ves bien en mis seis, cambio.

Si había algo que yo, y la mayoría de los otros pilotos, odiábamos, era una parlanchín por el intercomunicador. El término "sube la cremallera y cállate" no venía de los hombres que querían tener una conversación entera en el cielo. Pero, de alguna manera, Solo no me parecía del tipo que le importara una mierda eso de una manera u otra. Qué suerte tengo.

—Estoy en posición y te tengo a la vista. Hagamos esto.

—Aww, ¿qué, no hay una pequeña charla?

—No estoy aquí para entretenerte, Solo. Estoy aquí para ganar.

—¿No puedes hacer ambas cosas?

Estaba a punto de decirle que cerrara la maldita boca y se concentrara cuando el avión de Gucci apareció de la nada y se fijó en la posición de Solo. 

Entonces, como siempre sucedía aquí arriba, las cosas pasaron de intensas a locas en cuestión de segundos, mientras Solo salía disparado y comenzaba a subir, claramente a punto de implementar algunas serias maniobras de reposicionamiento.

No tuve más remedio que ir con él, y los dos pusimos nuestros jets en marcha y comenzamos una de las ascensiones más rápidas y extremas conocidas por el hombre. Estábamos en posición vertical ahora, y el estruendoso sonido del aire que pasaba corriendo mientras tirábamos de unas malditas Gs serias hizo que todo mi cuerpo vibrara y cobrara vida.

La prisa de vivir tan cerca del borde, el conocimiento de que estabas haciendo algo que sólo un puñado de hombres y mujeres podían hacer física y mentalmente, tomó una mezcla de alto octanaje de ego y agallas, miedo e inteligencia, y cuando Solo finalmente llegó a la cima de su ascenso y se inclinó hacia la izquierda antes de ejecutar una dura inmersión, supe que estaba siendo testigo del ego y las agallas de primera mano.
Loco hijo de puta.

A medida que Gucci le seguía, Solo comenzó una serie de giros y balanceos de alta velocidad, cada uno de ellos reactivo al intento de Gucci de fijarlo para el disparo, pero no había forma de que pudiera conseguir un tiro claro en un avión ejecutando los movimientos que Solo hacía.

Manteniendo el ritmo de mi distancia, tuve que admitir que era un gran piloto. Era rápido, intrépido y preciso, y hoy estaba jugando según las reglas. Era obvio que estaba aquí por una razón, y como los dos superamos a Gucci y Whiplash, nos las arreglamos para ponernos detrás de ellos y concentrarnos en nuestros objetivos para la matanza.

Bueno, demonios... tal vez este no sea el desastre que temía todo eltiempo.

—Diablos, sí —gritó Solo a través de la comunicación cuando ganamos el primer salto—. Le dije a Min que no me vencería hoy. Hoy no, joder.

—No está mal —dije, el alivio inundándome. Estaba preparado para lo peor, pero había volado limpio y habíamos pateado traseros en la puerta.

—No está mal. ¿Es esa tu idea de un cumplido?

—Tu ego es lo suficientemente grande. Volvamos a la base.

Cuando Solo no respondió, lo tomé como un acuerdo y volví a la Academia. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes que me diera cuenta de que no me seguía.

—¿Solo? ¿Hay algún problema? —Mirando alrededor, lo encontré dirigiéndose directamente hacia arriba, dejando estelas en el cielo—. ¿Qué estás haciendo?

—Sólo le estoy mostrando a Min quién es más grande.

Por el amor de Dios.

—Corta el rollo y vuelve a la base.

—No puedo. Hay que hacerla larga y gruesa.

—¿Hacer qué largo y grueso?

—Mi polla celestial.

—Tu... —Perdí mi voz cuando Solo comenzó a descender, y por supuesto, un pene comenzó a formarse a partir de la línea de estelas que dejaba atrás. Observé con horror cómo empezó a hacer figuras de ochos en la base del falo.

—Oye, Oso, ¿cómo se ven mis pelotas? ¿Son lo suficientemente grandes?

No respondí. No había manera de involucrarme en esto, porque esas estelas no se disipaban, y me condenaría si perdiera puntos por esta broma.

—Vamos, hombre, no puedo tener las bolas torcidas. Sólo dime si son del tamaño adecuado.

Ignorando a Solo, comencé mi descenso cuando la pista se hizo visible, y justo cuando aterricé, le oí decir:

—Hombre, ese es un pene hermoso. Mira hacia arriba y dime lo caliente que es mi polla.

Era imposible no ver el enorme dibujo en el cielo, y también era imposible no ver exactamente qué era.

Voy a matarlo jodidamente.