Pilotos《•Showki•》

19. Pura adrenalina

ʜʏᴜɴᴡᴏᴏ's ᴘᴏᴠ

La última persona que necesitaba ver estaba en la puerta mirándome.

-¿Cuánto tiempo? -repetí, mientras Solo se adentraba más en el interior.

-Lo suficiente. -Genial. Simplemente genial-. Mira... sólo quiero...

-No. -Sacudí la cabeza-. No me voy a meter en esto contigo.

-Oso...

-No te metas en mis asuntos.

Solo suspiró y se dio la vuelta como si fuera a escuchar por una vez e irse. Pero entonces cerró la puerta y nos encerró a los dos dentro.

-¿Has perdido la cabeza?

-Voy a asumir que es una pregunta retórica -dijo, apoyándose en la puerta y cruzando los brazos-. Escuché lo que tu padre dijo...

-Por supuesto que lo hiciste.

-Y te agradezco que me apoyes.

-¿Apoyarte? -Pestañeé incrédulo-. ¿Piensas que te estoy apoyando? La única razón por la que estoy en esta situación de mierda es por ti.

-Oh, volvemos a eso. Está bien, déjalo salir todo.

-No necesito dejar salir nada, porque te largas.

-Mira, lo haría, pero me siento involucrado ahora.

-Porque eres un hijo de puta entrometido que no puede meterse en sus propios asuntos.

-No es mi culpa que la puerta estuviera abierta cuando pasé.

Me froté la cara con las dos manos, las emociones burbujeando de mi enfrentamiento con mi padre, y ahora esto.
¿Había un botón de reinicio en algún lugar que pudiera pulsar?
Bajé las manos y miré a Solo a los ojos. Tal vez podría apelar a su lado compasivo, si lo tuviera.

-Mira, ¿es mucho pedirte que... no sé, que dejes pasar esto?

-Estoy más que feliz de dejarlo ir. ¿Qué te gustaría discutir en su lugar?-Mientras lo miraba como si hubiera perdido la cabeza, Solo sonrió con malicia-. ¿Sin ideas? Tengo varias. ¿Quizás podríamos empezar con la forma en que me echaste de tu habitación la otra noche?

Lo miré tan fuerte que fue un milagro que la tierra no se abriera y se lo tragara entero.
El tipo no tenía ni idea de la discreción, el momento, la vida en general, si pensaba por un segundo que yo estaba de humor para discutir eso.

-Puedo ver que no te gusta esa opción. Así que sigamos adelante. - Cuando Solo se alejó de la puerta, automáticamente di un paso atrás en la habitación. No estaba de humor para que me molestaran ahora mismo-. ¿Qué tal si discutimos el hecho que acabas de decirle a tu padre que soy uno de los mejores pilotos que has visto?

-¿Qué tal si no lo hacemos?

-Aww, no necesitas ser tímido, Oso. Puedes admitirlo: crees que soy un gran tipo.

Mis labios se movieron a pesar de mí. ¿Quién diablos era este tipo que nada parecía perturbarle?
Era como si Solo caminara con una perpetua mentalidad de no dar una mierda, y tuve que admitir que deseaba compartir su indiferente visión del mundo en este mismo momento.
Daría cualquier cosa por no sentirme como si acabara de decepcionar a mi padre. Cualquier cosa para no sentir que no podía actuar según el deseo por este hombre exasperante delante de mí.
Pero, al igual que el buen soldadito que había sido criado para ser, aplasté todas y cada una de las emociones que insinuaban mis verdaderos sentimientos.

-Tienes que salir de mi camino.

-¿Oooo qué?

-O te quitaré. Realmente no estoy de humor para esto.

Solo dio otro paso hacia mí.

-¿Qué te apetece? -Fui a abrir la boca y a decir alguna mentira, pero Solo me cortó-. Y no me des una respuesta de mierda. ¿Qué te apetece hacer después de un cara a cara con el viejo y querido papá? No me imagino que sea la primera vez que tengas un par de rondas con él.

-No es asunto tuyo.

-Lo sé, pero dímelo de todas formas.

Molí mis muelas juntas, mis manos formando puños a los lados.
¿Qué hacía normalmente? Normalmente me subía a mi moto y conducía toda la noche. O me subía a un avión y rompía el cielo. Hacía lo que fuera necesario para borrar su decepción con una descarga de pura adrenalina, y si alguien lo entendería, sería Solo.

-Vuelo o conduzco -me escuché decir.

-¿Por qué?

-¿Por qué? -Solo asintió, y yo me encogí de hombros-. No lo sé. Ayuda de alguna manera. Esa rapidez...

-¿El subidón?

Mi pulso empezó a acelerarse cuando la pregunta de Solo se quedó en el aire entre nosotros, de la misma manera que cuando me deslicé en la cabina de mi avión. Esto no era bueno, estaba de pie mucho más cerca de mí ahora, y cuando mi corazón comenzó a golpear erráticamente, mi cabeza giró.

Necesitaba salir de allí ahora, antes de hacer algo de lo que me arrepintiera.

-¿Oso?

-¿Eh?

Solo estaba ahora cara a cara conmigo, y cuando deslizó su lengua a lo largo de su labio inferior, tuve que tragarme un gemido.

-Para mí, lo único que se acerca a esa altura a la que llego dentro de la cabina -dijo Solo, mis ojos se centraron en su boca-, es el sexo.

No tuve tiempo de reaccionar antes que Solo me agarrara la nuca, forzándome a bajar para que mis labios chocaran con los suyos.
Me quedé paralizado, incapaz de comprender lo que estaba sucediendo... dónde estaba sucediendo.

Todo lo que podía sentir era la boca de Solo moviéndose contra la mía, y cuando todas las razones por las que esto era una mala idea pasaron por mi cabeza, supe que no había manera de acabar con esto, no hasta que al menos hubiera probado los labios presionados contra los míos.