20. Demasiado bueno

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ᴋɪʜʏᴜɴ's ᴘᴏᴠ

¿Oso me está besando?
Oso me está besando.

Santa mierda, Oso finalmente me está besando.

Si no hubiera sido el afortunado que recibía su boca autoritaria, no habría creído que estaba pasando.
Pero como su deliciosa lengua se deslizaba entre mis labios y se enredaba con la mía, no había duda. Son "Oso" Hyunwoo me besaba sin cesar y no mostraba signos de detenerse.

Sin dejar pasar este momento, alcancé sus bíceps y me aferré a ellos, queriendo que algo me estabilizara mientras mis rodillas se debilitaban. Mis dedos se clavaron en el material de su traje de vuelo, y justo a tiempo, también, porque Oso me sorprendió envolviéndome con un brazo alrededor de la cintura y tirando de mí con fuerza.
Maldita sea.
Cuando alcancé a Oso, no estaba seguro de qué tipo de respuesta obtendría. ¿Me golpearía? ¿Me apartaría a empujones otra vez?
Pero nunca en mi imaginación más salvaje podría haber predicho esto.
Soñé y fantaseé con ello, sí.
Predecirlo, diablos no.
Parecía más probable que el infierno se congelara antes que Oso se involucrara activamente en una de las sesiones de besuqueo más calientes de mi vida.
Pero cuando un gemido salió de mi garganta y mi cuerpo entró en contacto directo con el suyo, Oso gruñó, y supe que no estaba soñando porque ese sonido fue directo a mi polla, que se endureció en respuesta.

No iba a dejarlo ir, ahora que lo tenía donde quería, le rodeé el cuello con mis brazos, y cuando mi erección se frotó contra la suya, Oso arrancó su boca.

-Maldición. -La maldición fue baja, mucho más baja que su tono habitual, y la cadencia ronca hizo que mi cuerpo temblara.

Los ojos de Oso estaban ardiendo mientras miraban fijamente los míos, y cuando se lamió el labio inferior como si quisiera probarme otra vez, empujé mis caderas hacia delante otra vez para ver qué hacía.
La mano que Oso tenía en mi cintura se deslizó sobre mi trasero, y cuando me agarró y comenzó a caminar hacia atrás, dejé que me llevara a donde quisiera.
Cuando mi espalda golpeó la puerta, gruñí por el impacto. No fue suave, pero tampoco lo era el hombre que estaba delante de mí.
Abrí un poco las piernas, esperando que Oso... sí, exactamente eso... deslizara una de las suyas entre ellas, y cuando su muslo rozó mi polla tapada, mis ojos se cerraron y me quejé.

-¿Por qué tienes que ser tan jodidamente sexy?

La pregunta fue hecha tan silenciosamente que apenas la escuché, pero cuando abrí los ojos y vi el camino de Oso sobre mi cara, supe que no estaba equivocado. Sus pupilas estaban dilatadas, sus ojos negros eran muy oscuros, y cuando él movió sus caderas hacia delante y sentí esa dura polla contra la mía, suspiré. Oso gimió cuando me tocó la cara, y cuando me pasó el pulgar por encima del labio inferior, murmuró:-Tan jodidamente hermoso. No es justo...

Encerrado como estaba contra la puerta, no podía hacer otra cosa que quedarme ahí y dejarle hacer lo que quisiera, pero si fuera honesto conmigo mismo, no habría cambiado nada de todos modos. En su lugar, me llevé su pulgar a la boca y empecé a rodar mis caderas a lo largo de su muslo, y vi como Oso una vez más perdía ese increíble control suyo.

Primero su mandíbula empezó a temblar, luego sus fosas nasales se abrieron, y cuando le pasé la punta de la lengua por encima del pulgar y luego lo mordí, liberó su mano y el beso que me dio entonces fue brutal.

Sexo duro, caliente y directo, de eso se trataba este beso, y si me lo hubiera dado la otra noche en su habitación, no me habría ido tan silenciosamente como lo hice.

Este beso estaba diseñado para destruir las neuronas, y cuando me agarró la pierna y la subió por la parte exterior de su muslo, envolví mi pantorrilla alrededor de la parte posterior de su pierna y empecé a moler contra él como si estuviéramos desnudos y en algún lugar cerca de la cama.
No tenía idea de cuánto tiempo estuvimos parados en esa habitación, pegados a la puerta. Podrían haber sido minutos, horas, días... todo lo que sabía era que no era suficiente, porque cuando Oso comenzó a alejarse, cada fibra de mi ser comenzó a protestar.

Mientras nuestros labios se separaban y nuestros cuerpos se desenredaban, miré fijamente a Oso y menuda visión era. Sus labios estaban hinchados, su pecho agitado, y su dura polla me hizo alcanzar la mía.

-No lo hagas. -La orden fue ruda pero clara, ya que los ojos de Oso cayeron en mi erección.

-¿Por qué no?

Oso se lamió los labios, y por un momento pensé que podría ignorarme, pero luego dijo:-Porque si lo haces, no estoy seguro de ser capaz de salir de aquí.

Esta era la primera vez que Oso admitía que me deseaba. Que me deseaba de verdad.

-¿Sería eso algo tan malo?

-No sería algo inteligente.

-¿Pero sería malo?

Oso cerró los ojos y parecía estar buscando paciencia.

-Tengo que irme. Por favor, déjame ir.

Me aparté de la puerta y me puse a un lado, y cuando Oso se adelantó y alcanzó la cerradura, giré la cabeza contra la pared y le pillé haciendo un último repaso.

-¿Sería realmente tan malo?- Pregunté por última vez, más para mí mismo que esperando una respuesta de su parte.

Los ojos de Oso volvieron a subir a mi cara, y sacudió la cabeza.

-No, sería demasiado bueno, y ese es el problema.

Antes de que pudiese responder, pulsó la cerradura, abrió la puerta de un tirón, y luego salió al pasillo, dejándome ahí parado preguntándome cómo diablos hacer que cambie de opinión.

Pilotos《•Showki•》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora