Diferentes mundos, algo fuera de lo común, magia y cosas extrañas. Universos completamente paralelos pero que de algún modo se conectan.
Una vida algo extraña para un adulto de 24 años, un hermano sobreprotector, interés románticos en fracaso y un...
La vista desde la cocina era sorprendente, ver a su ahora novia intentar no trabarse al hablar era nuevo, y ver el ceño fruncido de su amigo también era nuevo, y ver que intentaba aclararse todo le parecía aterrador. Su cuerpo gritaba que algo saldría mal de toda esa situación y su mente le gritaba que huyera por todo ese peso mental que era lidiar con una chica llorando y un hombre predispuesto a matar a cualquiera que se le atravesara, era una guerra interna entre él y él. Nadie quería perder desde ese entonces.
Sus nervios al igual que su temblor lo dejaban con los pelos de punta y esa sensación de escalofrío en toda su columna, poco a poco ese panorama se volvió cálido, de un momento a otro su amigo abraza con cariño y comprensión a su ahora llorona novia. Todo el lugar se miraba de cierta manera cálida pero sola, eran solo ellos dos, los mejores amigos en un momento a solas intentando arreglar SU pelea, pero que ahora se convertiría en NUESTRA pelea.
Prefirió no interrumpir el ambiente que ellos dos habían creado, era un lindo momento y dejar que el té y el Latte se enfriaran un poco no le importaría a nadie, aquel nudo en la garganta salía a flote al escuchar las palabras del menor, ellos solos se habían imaginado hasta lo peor cada noche antes de confesar sus sentimientos, era solo una película que se reproducía en sus cabezas al pensar que Luigi no aceptaría su relación.
Que equivocados estaban en ese entonces.
Dejo salir una que otra lagrima al escuchar los desgarradores jadeos de su novia, de solo pensar que tanto él como ella sufrían por esa mortificación le rompía el alma, eran conscientes pero ingenuos.
Los recuerdos de cómo fue su noche de "confesión" ameritaba un baño de agua fría para el británico y una buena charla para el castaño. En cierto modo era chistoso, una típica noche de películas con sus típicas chucherías y un buen vino para acompañar, unos dirían que no había nada de malo en eso y que se miraba normal, pero cada noche de películas para ellos eran un martirio y sabían que no podían llamar a Luigi para que los rescataran. Ese era el plan inicial. No llamar a Luigi ni porque se estuvieran muriendo, por nada del mundo.
Okey, miércoles por la noche, vino tinto y unas golosinas, dulces y saladas, cobijas, un sofá grande con muchas almohadas y el TV con películas de drama y una que otra de comedia, pero por alguna extraña razón quisieron ver una de terror y para ellos era un gran problema, no les gustaba las de terror. Ni siquiera en las portadas de los posts.
