Capítulo III.

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Capítulo III.

Betty esa mañana para ir a trabajar, decide maquillarse como la enseñaron, le había gustado como se veía, así que despacio sigue los pasos, da énfasis a sus labios que cubre con un color carmesí, cuando termina se pone encima de su traje sastre de falda y saco en color rojo con blusa negra de cuello alto, un saco negro con forro grueso para soportar el frio de Bogotá, medias y zapatos negros de medio tacón, su pelo suelto alaciado, rocía un poco de su perfume afrutado en su cuello y muñecas, toma su bolsa y se dirige a Ecomoda con su papá en su auto que tardó en encender, pero lo consiguió.

AM: Betty que re-mamita viene hoy veo que si aprendió a maquillarse, y quedó súper, ahora tendrá muchos hombres enamorados de usted ya verá, no tardará en tener un tinieblo.

A: Buenos días señoritas... -saludó Armando que escuchó lo que dijo Aura María y no le hizo gracia el comentario de que Betty tendría un tinieblo-

B: AM: buenos días... -responden ambas-

A: ¿sube Betty? -pregunta mirándola fijamente-

B: sí don Armando.

Suben y él no apartaba la mirada de sus ojos y ella se sonroja

A: Betty... se ve divina hoy.

B: gracias Doctor -respondió ruborizada-

Armando le pasa el dorso de su mano por la cara, la miraba con dulzura, Betty mueve su cara hacia atrás nerviosa, evitando la caricia, sin mirarlo a los ojos porque sintió que se delataría, que él vería a través de ellos el amor que le tiene, se abren las puertas y caminan a presidencia, Armando en el corredor le comenta.

A: Betty ya tenemos que ir viendo proveedores para las telas e insumos de la siguiente colección, quiero pactar costos con proveedores y firmar contrato para que nos respeten precios. hablaré con Claudia Elena, de una vez.

B: como quiera, pero sería mejor revisar primero todos los proveedores y sus materiales y comparar antes de decidir.

A: ¡Claro! tráigalos y revisamos.

Trabajan todo el día en eso, quedan con Claudia Elena de ir al día siguiente a ver sus telas, ya que después del análisis que hicieron concluyeron que era la mejor opción, en relación calidad-precio.

Por la tarde Armando la lleva a su casa, no permite que se vaya sola.

B: doctor me da mucha pena que me acerque a mi casa.

A: no es nada... no se preocupe, vea, mañana paso por usted a las siete treinta, vamos a desayunar y después nos vamos a la reunión con Claudia Elena.

B: muy bien, hasta mañana doctor y gracias. -Está a punto de bajar de su auto, pero Armando la toma del brazo-

A: Betty... se ve muy bonita, -dice mirándola a los ojos y se va acercando lentamente y le da un beso en los labios. Ella se queda paralizada, y siente como la besa despacio, suave, cierra sus ojos y devuelve el beso reacciona y se separa de él, se baja rápidamente nerviosa y con sus piernas temblorosas, ella no puede creer que su amor la siga besando, ella se siente confundida ¿por qué le hace eso? ¿por qué la besa? ¿por qué la abraza? ¿por qué le dice que se ve divina? ¿será qué?.... No, como un hombre como él... se fijaría en ella, pero todo parecía indicar eso.

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Pasan tres semanas y ellos a diario salían juntos por la tarde, se iban a comer o tomar un café, Armando le robaba besos a Betty cada que podía, y ella no le ponía limites porque lo sentía más sincero, estaba sobrio, así que simplemente los aceptaba y se los regresaba, ya no pensaba que así igual besaba a Marcela o a las mujeres con las que tenía aventuras ni que tenía novia...

PERDÓNAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora