Capítulo XI.

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Doña Julia estaba preocupada por dejar a Betty sola, pero se sentía tranquila al saber que Armando estaba de viaje, así no estaría con él como ella pensaba. -si supiera que su niña hace tiempo que tenían una relación con intimidad incluida-

DJ: mija cuídese se quedará sola, cierra bien por la noche las puertas ¿oyó? No olvide ponerles seguro.

B: si mamá no se preocupe.

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Armando llega a New York, del aeropuerto se traslada al hotel donde se registra y se instala, aprovecha para salir de compras ya que la cita es al día siguiente, le compra a Betty un abrigo Burberry a cuadros azul marino con verde y una bolsa a juego con el abrigo. Pasa toda la tarde de compras y ya por la noche llama a Betty.

A: Hola mi amor, ¿Cómo estás? yo estoy en el hotel descansando.

B: Hola Armando, estoy extrañándote, ¿qué tal el viaje?

A: bien, aunque ya estoy cansado, estuve de compras y caminé mucho, ya verás lo que te compré ¡te va a encantar!

B: no lo dudo, tú tienes muy buen gusto, pero no quiero que gastes en mí.

A: Betty déjame consentirte, quiero y puedo hacerlo, bueno amor solo llame para avisarte, ahora me despido, mañana te llamo del aeropuerto.

B: si, que descanses buenas noches, te amo, y te mando muchos besos.

A: yo a ti, buenas noches mi amor. -dijo con un tono suave de voz-

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Al día siguiente la cita era a las once de la mañana, así que Armando se arregla y baja a desayunar al restaurante del hotel, después se dirige a la cita con Mr. Stevenson. Cuando llega ya lo están esperando y lo hacen pasar a la sala de juntas.

A: Buenos días.

MS: buenos días sr Mendoza, yo soy Mr. Stevenson mucho gusto.

Entran una mujer y un hombre a la reunión después que él.

MS: le presento a mis colaboradores, Gabriela Garza y Kenneth Johnson.

Armando se queda sorprendido ante la belleza de Gabriela, se quedó impresionado con sus ojos verdes contrastantes con su color de piel y su pelo negro, era una mujer alta, delgada, con una bonita sonrisa, muy guapa.

Pasada la impresión saluda educadamente, y ella le sonríe al ver su cara, ya estaba acostumbrada a causar ese efecto. Se sientan y empiezan la reunión.

MS: Sr. Mendoza aquí están los contratos, léalos y si hay dudas lo vemos.

Armando lo toma empieza a leer y en todo está de acuerdo, pero comenta algo que llamó su atención que se estipulaba en una cláusula y era que mandaría a dos personas y que vigilaran de cerca la calidad y producción, lo comenta y le responde el CEO.

MS: si señor, quiero que Gabriela y Kenneth vayan a Colombia y ellos se encarguen de la exportación y que revisen la calidad de las prendas que se van a enviar, ellos necesitarán una oficina, y que se les brinden todas las facilidades para desempeñar su trabajo, así trabajo yo, si está de acuerdo firmará sin problema el contrato, siempre pido esto, no me puedo arriesgar ¿entiende?.

A: ¡claro que sí! cuente con ello no hay ningún problema, ¿cuándo estarán viajando?

MS: antes que se envié el pedido, así que el lunes ya los quiero instalados allá, porque el primer pedido será en veinte días como está asentado en el contrato. Quiero que vean telas y revisen todo, este es un negocio grande y como ustedes saben necesito que todo esté como me gusta.

PERDÓNAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora