Mi manera de odiarte

Cap.30 Estrategia

Pov.Neri

Las compras con Lily habían sido mucho mas rápidas y nos paseábamos por todos lados con nuestra maleta, en la vida habíamos jugado tanto al Tetris.

Esa maleta debía pesar unos veinte kilos, ya se la habíamos dado al abuelo de Darian y Darian no había bajado a verme cuando llegue con las galletas, pero pude escuchar un ruidito en mi balcón y una figura en él. Ilumine con la linterna de mi teléfono y era Darian.

—¿Estas loco?

—Sí.—Le puse seguro a mi puerta y camine rápido al balcón.

—¿Estas bien? La subida pudo ser muy peligrosa Darian. Te podías resbalar y...oye no deberías de hacer fuerza tu brazo esta en recuperación...

—¿Puedo dormir contigo?

—Sí.—Me acerque a la cama acomodándome aún lado y se hecho en el otro abrazándome, acaricie su espalda por un rato en silencio y podía notar que estaba dormidísimo y si no hubiera tenido a Darian en mis brazos no hubiera podido dormir yo tampoco.—No se como hare cuando te vayas.

A la mañana siguiente Darian seguí allí acurrucado en mi pecho, me estire por mi teléfono y mira el grupo, Eve me había reventado el teléfono con llamadas y le mande una foto de Darian para que confiara que estaba conmigo.

Me puse a responder mensajes de un proveedor y fijarme de mi agenda del mes, capaz podía conseguir un espacio de tiempo para poder irme a corea una semana con él, pero lo dudaba mucho. Este mes la agenda de las flores estaba fuerte y llena.

No tendría tiempo ni para mi. Ninguna de mis reuniones era en el extranjero lo cual era peor. Con suerte algo se cancelaria y podría tener un relajo den algún punto del mes, solo me quedaba rezar por ello.

Me quedé esperando a que Darian despertara, pero seguía tranquilo en su mundo de sueños. Acaricie su cabello por un rato hasta que se levantó diciendo que quería ir al baño, demoró poco la verdad y se encargó de analizarme bien al estar sin camisa mirando por el balcón.

—Eres muy parecido a Clarisa de verdad que no entiendo como no te relacione antes con ella.

—No la conozco para nada.

—Deberías de darte un tiempo con ella.

—Bueno ya me voy así que mucho tiempo con ella no podre tener.

—¿Fuiste al café ayer?

—Sí, conocí a uno de mis escritores favoritos. Fue una tarde divertida con tus amigos.

—Me alegra que pasaras tiempo con mas personas. ¿Desayunaras aquí?

—No. Quiero ir a dar una vuelta. ¿Me acompañas? ¿No te parece una cita antes de que me vaya?

—¿Seguro?

—Sí. Solo que si no estas seguro no hay problema.

—Para nada, te presto algo de ropa y así no perdemos tiempo.—Corrí a mi closet sacando ropa para él y era un conjunto que me encantaba y que estaba seguro que le quedaría bien.

Me puse una combinación parecida de colores y el sonrió al verme.

—Me gusta estar parecido a ti y no igual. Da un toque especial a nuestro estilo.

—Tu le das el toque especial a todo.

—Cállate romanticón.—Sonreí a darle un abrazo y dejo un beso en mi mejilla.

—Eres muy lindo, te voy a extrañar. 

—No digas cosas así por favor.

—Perdón.—Me aleje él sonriéndole y me miro con calma, sus ojos estaban rojos.