Capítulo 2

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Ashton

Siento como unos pequeños brazos envuelven mi ancha espalda, y suelto un quejido cuando empiezan a acariciar ésta.

Me giro, quedando frente a frente a ella.

Aún casi dormido, podía jurar que estaba viendo a un ángel ante mí.

Sonrío acariciando su mejilla, y me acerco para besar su nariz.

Escucho su risa.

– Ash, son las nueve de la mañana, tienes una entrevista en dos horas, debes levantarte. – Me dice, a lo que yo suspiro de mala gana y abro mis ojos por completo, mirando al techo.

Al instante, siento como su cuerpo se posiciona arriba de mi, y las hebras de su cabello rubio tocan mi cara, haciéndome reír.

Atrapo sus caderas con mis manos y las acaricio.

– ¿Qué harás hoy? – Pregunto, sentándome en la cama, aún con ella encima de mí.

– Yo tengo una sesión de fotos, ¿Lo olvidas? Debo irme. – Murmura, acariciando mi mejilla izquierda y niego, atrayéndola a mí de la cintura.

– ¿No podemos quedarnos así más tiempo? – Murmuro, y me inclino a besar su cuello. Siento su piel erizarse, algo que me hace sonreír.

– No, debo irme. – Empieza a reír, intentando alejarme pero sólo consigue que la apriete más contra mí. Empiezo a acariciar su espalda desnuda. – Ash, en serio, llegaré tarde.

Soltando un gruñido, me alejo a regañadientes de ella, y la miro.

– Bien, pero en la noche tendrás tu castigo. – Sentencio, obtengo una carcajada de su parte y me da un pico.

– Por supuesto.

Veo como se baja de mí, y camina hacia el baño. Voy siguiendo su silueta desnuda hasta que se pierde al entrar a éste.

Sonrío sin poder evitarlo. Bryana era perfecta.

Me levanto de la cama, para recoger la ropa que estaba regada por todo el piso, de la noche anterior. Y mientras ella se baña, aprovecho para buscar la ropa que usaría hoy.

Minutos después, veo como sale envuelta en una toalla blanca y empieza a vestirse.

Dándole un beso en la cabeza, me dirijo a la ducha también.

Hoy tendríamos una entrevista con Ryan Seacrest para hablar acerca del nuevo álbum que estábamos escribiendo, además que tendríamos un M&G para conocer a algunas fans y de ahí, iríamos al estudio a seguir grabando.

Un día muy ocupado.

Salgo con una toalla alrededor de mi cintura y empiezo a vestirme.

Al bajar a la cocina, veo a la rubia cocinando y justo cuando me ve llegar, me sonríe.

– Justo a tiempo. – Dice, sirviendo todo en dos platos. Le sonrío agradecido, y esperando a que estuviese lista, comenzamos a comer. - Oye... ¿cuándo haremos pública nuestra relación? – Su pregunta hace que deje de masticar por un momento. La miro.

– ¿De qué hablas? Creí que estabas mejor así. – Le doy un trago a mi jugo.

– Es decir si, pero ya llevamos algunos meses saliendo, sólo hay rumores, pero creí que sería mejor si lo confirmamos. – Se encoge de hombros, sin dejar de verme. Ahora estaba seria.

– No lo entiendo, tú misma me dijiste que era mejor mantenerlo en privado. Y yo acepté porque sabes que en efecto, es lo mejor. ¿Por qué cambiaste de opinión?

Siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora