Un paso a la vez

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Rin

Bankotsu demoro un par de semanas para tener algunas propuestas de departamentos ubicados en Needham. De esta manera nos tomaría casi la misma distancia trasladarnos cada uno a la universidad. Acordamos aprovechar que por fin tendría un fin de semana libre para visitarlos todos y así poder elegir uno.

El viernes por la noche Hana y Haku salieron de fiesta por lo que aproveche para tratar de dormir temprano. Me recosté cerca de las 9 de la noche, apague la luz y deje el celular sobre el buró que se encuentra a un costado de mi cama. Estaba por fin logrando dormir cuando una horrible pesadilla me despertó de golpe. Mi respiración estaba agitada, algunas gotas de sudor recorrían mi frente, decidí levantarme para ir en busca de una botella de agua a la cafetería, me puse una sudadera color negro que tenía de Bank y tomé mi celular. La mayoría de los dormitorios estaban vacíos, debido a que comenzaba el fin de semana. De camino aproveche para leer algunos mensajes que tenía de los chicos.

Inuyasha.

¡Hola pitufa! ¿Cómo te has sentido? Lamento no estar muy activo, el estudiar si consume tiempo, espero las cosas vayan mejor.

¡Hola Calabaza! Tranquilo (suspire recordando mis pesadillas) Todo está bien. Concéntrate en la universidad, cuando tengas oportunidad conversamos.

Envíe el mensaje justo cuando entré a la cafetería, creí que por ser las 2 de la mañana estaría solo, pero no, se encontraban varios buscando algo que cenar después de alcoholizarse. Tomé una botella de agua de la nevera y salí a caminar por el jardín del campus, mientras continuaba leyendo mis mensajes.

Sesshomaru.

Espero que estés bien, pulga. No te presiones mucho, por favor.

Me sorprendía tener mensajes de él, a pesar de mantener largas conversaciones, últimamente estaba pendiente de mí. Decidí darle una respuesta

¡Hola Sessh! Estoy bien, espero tú también lo estés. No debes preocuparte, sin embargo, lo agradezco. Cuídate mucho.

Sin más lo envíe y guarde el celular. Esperaba no despertarlo con la notificación, aunque, me sorprendí al notar que obtuve respuesta en menos de un minuto y que esta vez sí había recordado el cambio de horario.

No creo que todo esté bien si estás despierta a las 2 de la mañana,

un viernes ¿o sí?

¡Demonios! Me había descubierto, ahora tenía que responder.

Tuve una pesadilla, pero nada de qué preocuparse.

Esperaba que eso lo convenciera, sin embargo, al ver su llamada entrante en la pantalla de mi celular, me di cuenta de que no fue así. Nerviosamente le di respuesta

― ¡Hola Sessh! ― salude tímidamente

―Cuéntame tu pesadilla, pulga ― me erizo la piel escuchar lo ronca que se oía su voz

― ¿No deberías estar dormido? ― pregunte intentando controlar la electricidad que me recorría

―No tengo sueño ― respondió secamente ―Ahora dime ¿Qué fue lo que soñaste? ― para mi fortuna no recordaba toda aquella pesadilla, aunque, le conté lo poco que tenía presente. El me escuchaba atentamente, tanto que de vez en cuando me decía "Ajam" para que supiera que no estaba dormido. Cuando finalice suspiré con calma ―Eso fue todo ― concluí

La vida sigueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora