La vida sigue

Salvando a una amiga

Meses después...

Los días le dieron paso a las semanas, y estás a los meses, Kagome se había alejado cada vez más y la comunicación con sus amigos era nula, lo cual preocupaba a la castaña, Inu se mantuvo pendiente de la pareja por medio de su padre, quien le contaba que los problemas por celos del chico iban en aumento.

Cuando por fin llegaron las vacaciones todos volvieron a Albany, los padres de Bankotsu estaban felices de recibirlos en casa, dado que en esta ocasión la castaña accedió a quedarse con ellos. Pensaba visitar la casa de su madre, pero, sabía que si dormía ahí se sentiría nuevamente triste. Decidió hablar con su tía Irasue y explicarle todo, por su parte la peli plata creía prudente que su sobrina se quedara con la familia Miller, por lo que le prometió ir a visitarla y pasar las festividades con ellos, ya que Sesshomaru no iría a casa esta vez.

Rin

Al llegar, la señora Midoriko nos recibió con una sonrisa y nos invitó a desayunar, mientras le contábamos todo lo relacionado con nuestro nuevo departamento. Me platicó que ya había estado planeando la cena de navidad junto con mi tía Irasue, lo cual me alegraba realmente, era consciente que para ella la perdida de mi madre había sido muy fuerte, por lo que escuchar que se estaba involucrando en otras cosas me dejaban un poco más tranquila.

Al terminar de comer, recordé que había quedado en marcarle cuando llegará por lo que me disculpe y salí al jardín, marque su número y dos tonos después obtuve respuesta. ― ¡Hola, tía!

―Mi niña, que alegría escucharte ¿Ya llegaste?

―Sí, tiene poco tiempo, me gustaría verte

―Claro mi niña, ¿Quieres que vaya a casa de los Miller o prefieres que nos veamos en otro lado?

― ¿Podrías venir aquí? ― pregunte, quería platicar con calma y sabía que ahí podríamos hacerlo

―Por supuesto mi niña, mi turno termina a las siete, Kanna esta con su padre, así que iré al salir del trabajo.

Después de ponernos de acuerdo volví adentro, Bankotsu me ayudo con mi pequeño equipaje y lo llevó hasta la habitación que compartiríamos. ― ¿Segura que no ocupas más espació, preciosa? ― me pregunto analizando el pequeño rincón que me dejo en el armario

―Segura, con eso es suficiente

― ¡Bien! En el baño también te deje un espacio libre

―Gracias ― se acercó a mí y me tomó de la mano para llevarme hasta la cama ― ¿Cómo te sientes? ― entendía porque la pregunta

―No te diré que bien, pero... estoy resistiendo

―Sí necesitas cualquier cosa, solo dímelo ¿Sí?

―Lo haré.

Por la tarde estábamos ayudando a la señora Midoriko a elegir los adornos navideños que colocaría en casa, cuando la joven Mayu, quien realizaba la función de ama de llaves, aviso sobre la llegada de mi tía. Rápidamente me levanté y corrí para abrazarla, ella correspondió con la misma fuerza ―Me alegra verte tía

―A mí también me da mucho gusto volver a verte ― me disculpe con los Miller y ambas subimos hasta la habitación para tener privacidad.

Al entrar cerré la puerta detrás de mí y ambas tomamos asiento en la cama ― ¿Cómo estás? ― me pregunto con cautela

―Sobre llevando todo, hay días mejores que otros

―Te comprendo, volver al hospital y saber que ya no están me parte el alma ― confesó con un nudo en la garganta. La abrace fuertemente, solo ella y yo podíamos comprender nuestro vacío. ― ¿Qué tal es vivir con Bankotsu? ― decidió cambiar de tema