La verdad no se puede ocultar

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Después de regresar a casa, los días comenzaron a transcurrir. La vida de cada uno continúo su curso, por lo que aparentemente lucia el mejor camino a seguir.

Bankotsu al volver se propuso enamorar perdidamente a la castaña, no podía evitar sentir miedo por perderla después de lo que ocurrió en el encuentro con Sesshomaru, por lo que los detalles románticos aumentaron en ese tiempo, lo que mantenía a Rin convencida en que su mejor elección era el moreno.

Rin

Estar nuevamente en Manhattan me mantenía estable. Gracias a la vida mi semana había sido llena de trabajo, lo que me dejo poco tiempo para pensar en cosas que no debía. Desgraciadamente el fin de semana había llegado y aún no sabía en que me ocuparía, Bankotsu me había comentado que, quería salir de viaje, algo sencillo que nos sacara del estrés, pero, con sus horarios en el hospital no habíamos podido planear nada.

Aprovechando que había terminado mis pendientes, busqué en internet algunas actividades que pudiésemos hacer, googleando encontré el museo metropolitano de arte, sonaba agradable, así que guardé la información para compartirla con Bank, y en caso de que el trabajara podía asistir yo sola. Mientras navegaba por internet recibí un mensaje de mi tía Irasue.

Hola pequeña ¿Cómo has estado?

Estos días no habíamos conversado mucho, por lo que no dude en darle respuesta

Hola, tía, he tenido bastante trabajo, pero todo bien

¿Tú cómo estás?

Todo bien hija, Kanna me ha preguntado por ti

¿podríamos hablar más tarde por vídeo llamada?

Quiere saludarte, pero, no sabe si estás ocupada

En mi viaje a casa no había podido ver a Kanna, era una adolescente, le encantaba salir con Shiori, la hermana de Inuyasha y por falta de sincronización con los horarios, no pudimos saludarnos.

Claro que sí tía solo dime el horario

Te queda bien por la tarde, llega del colegio 

pasadas las 4

Me queda perfecto, creo ya estar en casa para esa hora

Bien mi niña, entonces nos vemos más tarde, 

cuídate mucho.

Deje mi celular aún lado y continúe navegando en internet por un rato más. Al ya no tener pendientes, salí temprano de la oficina.

Narrador

Bankotsu se encontraba en el área de descanso del hospital, acababa de terminar una cirugía. Estaba perdido en sus pensamientos mientras admiraba una pequeña caja de terciopelo que sostenía en sus manos, cuando su amigo Mukotsu ingreso — ¿Aún no se lo entregas? — preguntó, sacando al moreno de sus pensamientos

—No es tan fácil, debo de planear una forma única de hacerlo — explicó

— ¿Rin no es tan superficial o sí? Porque no hacerlo de la manera tradicional

—Y según tú, ¿cuál es esa manera?

—Invítala a cenar a un restaurante que le guste, pide una burbujeante botella de champagne y dáselo

La vida sigueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora