Reconstrucción

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Rin

Sabía que debía recoger los pedazos de mi vida y volver a armarme, pero necesitaba darme tiempo de sanar. 

Ya en la computadora comencé a buscar boletos de avión, necesitaba estar sola, tras buscar, encontré un vuelo disponible para el lunes por la tarde, así que no dude en adquirirlo.

Organice mi mente, aprovecharía el fin de semana para llevar mis pertenencias a Albany, y el lunes por la mañana antes de viajar acudiría a RM, hablaría con Renkotsu y por supuesto agradecería todo el apoyo y la confianza depositada en mí en todo este tiempo. Mientras veía el amanecer, sentada frente al gran ventanal, tomé una hoja de papel y comencé a escribir.

Hola Bank...

Se que para este punto lo que menos quieres es saber de mí y no te culpo, soy consciente de que te lastimé, pero jamás te mentí, realmente te amo, tristemente no con la intensidad que tu mereces.

Lamento no ser lo que tu esperabas, aunque, realmente ni yo sé que esperar de mí. No me hare la víctima ante tus ojos, no es esa mi intensión, solo quiero agradecerte por el gran hombre que siempre fuiste, por haberme hecho muy feliz y espero que, aunque cometí errores, yo también te haya echo feliz.

Te dejo las llaves del departamento, puedes quedarte con él o venderlo, por mí estará bien lo que decidas.

Ojalá la vida te trate bonito, sigue siendo ese gran médico que eres y cuídate mucho.

Espero algún día, esto deje de doler, y podamos sentarnos a conversar, me encantara saber que lograste todos esos proyectos a futuro que tienes.

No había dormido durante toda la noche, pero ya no era momento de hacerlo, la mañana había llegado, me di un baño y me arreglé un poco, aunque no pude ocultar los ojos hinchados por tanto llorar.

Mientras tomaba café hice un par de llamadas buscando la renta de un remolque, no buscaba algo grande, pero sí necesitaba uno para llevar mis cosas a casa, dado que no cabría todo en el auto. En poco tiempo conseguí lo que necesitaba, solo debía ir a recogerlo, así que terminé mi café y salí del departamento.

La temporada de lluvias estaba cerca, por lo que la mañana era algo fresca, para mi suerte amaba ese clima, así que disfrute el camino, mientras escuchaba música.

Por fortuna el lugar no estaba lejos, al llegar, realicé el proceso de renta y posteriormente el personal del local me ayudo a enganchar el remolque al auto, al estar listo volví al departamento y comencé a guardar mis pertenencias. Aunque no eran demasiadas demoré un par de horas, para finalizar hice algo de limpieza.

Antes de irme, dejé las llaves sobre el comedor a lado coloqué la carta escrita para Bankotsu, me peso despedirme de todo lo vivido, pero, era justo lo que yo había provocado. Resignada salí del edificio y subí al auto, me coloqué el cinturón de seguridad y comencé a conducir.

Para mi suerte la carretera estuvo despejada, llegué a Albany pasadas las 4 de la tarde, al detenerme frente a mi antigua casa no pude evitar llenarme de nostalgia, tenía tanto tiempo que no estaba ahí, medite unos minutos antes de bajar del auto. Cuando me sentí lista por fin abrí la puerta y descendí, me paré sobre la acera observando la calle, una sonrisa se dibujó en mi rostro cuando vi a una linda señorita acercarse con pasos veloces hacía mi —Riiiniiiiiiiiiii ¡Holaaaaaa! — me saludo al momento en que me abrazo fuertemente, por supuesto yo correspondí —Holaaaaa Kanna

La vida sigueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora