En la fiesta Ani e Isa que no lo estaban pasando bien en su salida de celebración, más de un borrachín salido había intentado llevarlas a un lugar solitario o sobrepasarse, por lo que decidieron regresar a casa, dejando a Juan con su novia, y Francisco con una muchacha que acababa de conocer, que continuasen la fiesta.
Su regreso no estuvo exento de problemas, pues a esa hora y por la fecha que se vivía, debieron caminar un buen trecho para lograr por fin conseguir un taxi.
Al llegar a casa vieron las luces apagadas por lo que entraron en silencio suponiendo que todos dormíamos. Dado que no había señales de actividad, se reían bajito sacándose los zapatos antes de entrar, pero tan solo pasando el umbral se detuvieron al chocar una de ella con los muebles existentes en el lugar.
Un poco antes de la llegada de Ani e Isa, sus madres Julia y Dani ya cansadas por lo tarde que era, y de tanto ejercicio sexual que habían desarrollado, decidieron ir a dormir, por lo que tomaron sus ropas y fueron a sus cuartos, mientras yo aún desnudo les dije que no se preocuparan que ordenaría algo y prontamente le iría a dar "el besito de buenas noches".
Cuando ya tenía todo ordenado apagué las luces, pero antes de darles el consabido beso a mi madre y mi tía, me detuve un momento para rememorar lo vivido, cuando pensando en eso, siento que alguien introducía la llave en el cerrojo de la puerta, pensé en los militares que regresaban con mis Elfas.
Sabía que Julia y Dani, ya estaban en sus cuartos probablemente en pijamas o en vías de tenerlos puestos, pero yo estaba totalmente desnudo, solo atiné a colocarme mi bóxer y ocultar el resto de mi ropa bajo el sofá.
Sentí como Ani e Isa se descalzaron para entrar silenciosamente a casa, aparentemente con la intención de no despertarnos a los que habíamos quedado en casa.
Solo en ese momento supe que eran solo ellas dos, pues una de ellas chocó con un mueble en la entrada y pese a que se rieron bajito, noté que eran ellas, no percibí a nadie más, yo en ese pequeño lapso de tiempo y a punto de ser descubierto en mi especial atuendo, pensaba apuradamente ¿qué podía hacer?.
Decidí actuar de una manera ofensiva, por lo que encendí las luces sorprendiéndolas a ellas. Para sostener la sorpresa puse "una cara de estas son horas de llegar", pese a que me sentía culpable de la reciente bacanal en que había participado con sus madres y estaba casi completamente desnudo en la sala.
Isa: ¿Qué pasa aquí y por qué estás casi desnudo?
Claudio: Qué susto, pensé que eran ladrones...y ¡no estoy desnudo!
Isa: Aún no contestas mi pregunta, mientras Ani aprovechaba de repasar con la vista a mi tonificado cuerpo que vestía lo mínimo posible.
Claudio: Vine a asegurarme que todo estaba en orden antes de acostarme.
Isa: ¿Desde cuando haces eso y en especial casi desnudo?
Claudio: Solo por hoy, ya que las viejitas se fueron a acostar algo mareadas por los brindis y me lo pidieron, me excusé.
Ani: ¿Y que es ese olor tan extraño?, sintiendo el olor a sexo que aún había en la sala
Claudio: ¿Cuál olor?, tal vez sea sudor, pues la noche ha sido calurosa. ¿Y ustedes que hacen aquí tan temprano?, contra-pregunté, contraatacando
Ani: Nuestros hombres nos abandonaron persiguiendo a otras féminas y comenzamos a aburrirnos y entre estar acompañadas por tíos ebrios o imbéciles, por lo que preferimos venir a casa.
Isa ¿Las mamás estarán despiertas?
Claudio: No creo, estaban agotadas y se retiraron hace un rato.