Capítulo 2 Descubro Mi Libido.

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Regresamos a casa casi al tiempo que llegaba Isa de su partido, por lo que acordamos almorzar juntos luego de que Isa se duchara y vistiera.

El almuerzo conversamos respecto a lo que habían hecho cada uno, saltándose las parte de la exposición de las tetas de Ani y otros detalles como mi erección. Acordando que más tarde tomarían sol en el patio junto a la piscina de la casa. Llegada la hora de la piscina nos juntamos en el jardín produciéndose el siguiente dialogo:

Ani: Isa ese traje de baño es de monja, le soltó Ani.

Isa: Por qué lo dices, es súper bueno con el nadaba en la piscina del colegio, dijo Isa

Ani: De colegio pero no para el verano y tomar sol y adquirir el tono fascinante que es necesario para conquistar algún “yogurín”.

Isa: No busco “yogurines”, contraatacó

Ani: No sea sosa mujer, toda chica como nosotras debe saber mostrar lo bella que es y el tono dorado hará resaltar tu ojos azules.
Claudio, espéranos aquí un poco, tengo que arreglar a tu hermanita

Fuí el mudo testigo de ese diálogo, quedando intrigado en que planeaba hacer mi primita, pero solo pude pensar en lo bella que se veía Ani, ahora con otro bikini que le quedaba un poco mejor, ya que las tetas no tendían a escapar como en el usado en la mañana y que su hermana si bien estaba muy tapada con el bañador de una sola pieza, no dejaba de ser atractivamente bella. Al rato regresaron ambas bellezas, diciéndome Ani:

Ani: Como se ve Isa con este bikini, no es cierto que le queda mejor que a mí.

Claudio: Sí, se ve estupenda, digna de anuncio de Tv, dije al ver que era el mismo bikini que usó Ani en la mañana.

Ani: Le queda mejor que a mí, ya que tu hermana tiene un poco menos de delantera que yo, dijo riendo Ani.

Isa: Gracias, pero creo que solo lo usaré aquí pues no estoy acostumbrada y me da un poco de vergüenza andar mostrando tanta piel, dijo Isa.

Claudio: Yo te encuentro muy bien, dije, embobado por las curvas de Isa

Isa: Porque eres un pardillo y tus hormonas se agitan con tan solo ver una escoba con falda, dijo mi hermana.

Ani: Claudio, nos puedes colocar factor protector en las espalda, ya que a esta hora es peligroso exponerse demasiado, dijo Ani con una pícara sonrisa

Me arrodillé al lado de mi prima y comencé a esparcir la oleosa crema en su espalda, dedicando una parte importante de mi tiempo a los laterales, rozando porciones importantes de las tetas de mi prima que al aplastarse sobresalían, no es que yo fuese un salido o demasiado osado, simplemente desde mi llegada a esta casa mis hormonas bullían y estaba permanentemente caliente, obnubilando mi recato y anulando mi timidez. Ani solo me miró y dibujó un picara sonrisa y continuando luego con los ojos cerrados. Pero cuando me fui a levantar, Ani me dijo:

Ani: El servicio es completo, no esperaras que me levante para encremar mis piernas y lo demás.

Claudio: Bueno respondí, moviéndome para empezar por los pies de Ani y subir lentamente hacia arriba, pensaba lo lindas que eran sus piernas y comencé a “entusiasmarme” aún más si se podía

Ani: Sigue así, me dijo Ani, alentándome para que la encremara.

Isa: Luego a mí, dijo con algo de modorra Isa

Inicié mi tarea con gran dedicación, pasando mis manos a lo largo de las piernas, hasta llegar al contorno de las nalgas de mi prima, mi carpa era totalmente evidente y si antes sentía mariposas en el estómago con solo verla, ahora mis pensamientos eran confusos y deseaba tenerla, pero mi timidez venció en un último instante y detuve mi accionar.

Como cambio mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora