Capítulo 9: Ani asume el control de las novias de los Militares y de mi Hermana

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Sin saber cómo, nuestro paseo nos llevó a la misma tienda de los trajes de baño que no me atreví a regalar a mis parientes, que casualmente era la tienda favorita de todas las chicas, pienso que tal vez estaba de moda.

Por la hora aún no llegaba toda la afluencia de público, al solo entrar, la dependiente que los había atendido la vez anterior nos reconoció y con una gran sonrisa me saludo diciéndome:
Veo que trajo a sus parientes.

Claudio: Solo algunas contesté sin sacarla del error, todas han venido a comprar lencería, espero que nos atienda muy bien.

Dependiente: Por supuesto, si me permiten sugerirles algunas novedades, quedarán todos felices, vengan conmigo, en esos canastos encontrarán prendas traídas de Brasil a muy buen precio, a jovencitas como ustedes les quedarán muy bien.

Cualquier cosa me llaman y después de eso se marchó.

Chicas: gracias.

Biocha: Miren son casi nada, se me van a ver todas las presas, jajaja.

Ani: Así volverás loco a Francisco, jajaja.

Montse: Pero son muy pequeñas, no sé si podría ponerme algo así.

Ani: No seas tonta, dejaras loco a Juan, te lo aseguro, ¿Qué opinas Claudio?

Claudio: Me encantaría poder verlas con eso puesto, jajaja.

Ani: Yo te muestro las mías, ¿no sé si ellas querrán lo mismo?

Las chicas empezaron a buscar y elegir lo que querían llevar, mientras yo las miraba bastante aburrido, tanto que comencé a analizarlas, primero cual era la más destapada o desenfadada para vestir, indudablemente Biocha y luego Ani, asimismo, intentaba imaginar ¿cómo serían sus tetas?, claro que las de Ani las conocía de memoria, en el caso de Biocha podía presumir que eran las más grandes, luego comparaba las de Ani con las de Montse; las de esta última las suponía una mezcla de doña Montserrat y Ani, luego les miraba el culito y me preguntaba ¿cómo serían en la cama?, en eso Ani me devolvió a la realidad ya que las tres tomando lo elegido me llamaron para que les diera mi opinión, me quedé a la expectativa luego que las tres se metieron a un probador que era un poco más grande que los comunes, algo así como familiar.

Yo las aguardaba aún más aburrido afuera, cuando de pronto Ani se asomó y me dijo:
Ven que estamos listas para modelar

Claudio: Voy, dije ni corto ni perezoso, estaba autorizado por mi novia.

Claudio: Guau están tremendas dije al entrar y verlas con unos conjuntos de sujetadores y bragas mínimos, que apenas lograban mantener las redondeces de las chicas cubiertas y adentro.

Biocha: Jejeje, sabía que lo íbamos a impresionar.

Ani: Si y tal vez lo logremos calentar también, besándome profundamente.

Montse: Pero Ani, nosotras estamos de novias con tus parientes, dijo avergonzada.

Biocha: Pero los tontos se fueron de vacaciones dejándonos aquí y no nos verán hasta el fin del verano, porque luego nosotras partiremos agregó.

Montse: Eso es cierto, pero exhibirme así delante de Claudio….

Ani: Ay no sea tonta, para que vean que soy buena, compartiré mi novio con ustedes, dijo sorprendiéndonos a todos.

Montse: ¿Pero que dices Ani? expresó algo alterada.

Ani: Eso, que lo puedo compartir siempre que no se aprovechen del pobre que es solo mío.

Biocha: Entonces puedo besar a tu novio, dijo sonriendo y mirando a los ojos a Ani.

Ani asintió con la cabeza y Biocha ante tal autorización se me acercó besándome sin ningún tapujo, abriendo su boca para intercambiar nuestras lenguas; apenas pude reaccionar de la sorpresa, tomándola por su abundante culo, casi totalmente desnudo al vestir una tanga muy tanga, para atraerla hacia mí, pensando que la loca de mi novia quería escandalizarlas con mi actuación. Con todo descaro y sin cortarme en lo absoluto la pegué a mí, con la intención de que sintiera mi verga que ya formaba una carpa en mi pantalón. Montse nos miraba atónita pegada a uno de los lados del probador, mientras Ani sonreía al verme su novio morreaba a la exuberante Biocha.

Como cambio mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora