Treasures Of The Sea - Fooligetta

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En la mañana Sam y otras criadas se dedicaron a asearme, peinarme y ponerme un poco de maquillaje cubriendo las pocas cicatrices de mi rostro, optaron por dejar las de mis brazos y cuerpo ya que el traje las cubriría.

Me mire al espejo mientras veía el traje blanco con toques morados y dorados, una suave capa se posaba en mis hombros, este no era yo.... Extrañaba mis camisas sueltas, mis pantalones y mis sacos de cuero.

— Majestad, el rey anunciará su entrada, entonces podrá entrar a la fiesta para presentarse ante los demás príncipes, me pidió también que le dijera que lo viera antes del anuncio. — Agradecí a la chica y cuando salió mire el collar que Foolish me había dado, lo oculte bajo todas esas ropas, pero al menos iría conmigo. Temía que algo le pasara.

Salí de mi habitación, a lo lejos podía oír la música clásica de fondo y la gente hablando, camine hasta estar cerca de lo que era el estudio de mi padre, toque y espere por su llamado, hasta que respondió adelante.

— Me dijeron que requería hablar conmigo majestad...

— Escucha bien muchacho, más te vale no arruinar estar noche, por qué si se te ocurre huir como tú estúpida hermana, no tendré piedad contigo. — Tragué saliva y asentí temeroso.

— De acuerdo...

Veo a mi padre salir y dirigirse hacia el salón principal donde está toda la gente, me siento preocupado, camino también lentamente hasta llegar a la puerta que dirige al salón.

Tomo aire y escucho como mi padre me presenta, abro la puerta y siento como la luz de los candelabros gigantes me deslumbra, camino hasta el lado de mi padre y hago una reverencia leve agradeciendo que estén aquí.

Veo como los demás también inclinan sus cabezas y la fiesta sigue, la gente baila con sus parejas y me hace sentir celoso, varios príncipes se acercan ante mí, ofrecen sus manos, hablan de forma suave y refinada intentando que acepte el bailar con ellos, pero me niego.

Lo único en mi mente es la fantasía de Foolish y yo bailando.

Veo como el príncipe de Francia toma mi mano para besarla con sutileza y ofrecerse a bailar conmigo cuando comienza la música del vals. Pero yo me niego nuevamente poniendo escusas. El patrón se repite hasta que ya no aguanto más, abandono el lugar donde estaba y me dirijo a la mesa de aperitivos y bebidas, tomo una copa de cristal.

— Por favor, llénalo de Château Mouton. — al menos aprovecharía para beber del vino más caro de las reservas del castillo.

— Claro que sí. — debo estar imaginando cosas por qué esa voz gruesa era conocida, alcé la mirada y sonreí al reconocer al hombre delante mío, pero de nuevo volví a una cara sería al recordar donde estaba.

— ¿Fit? ¡¿Qué haces aquí!? — le susurro intentando no llamar la atención de los demás.

— Hemos logrado pasar gracias a Roier, es un chico encantador, estaban reclutando meseros para esta noche así que, aquí estamos capitán. — Sonrío y tengo tantas ganas de abrazarlo, pero me contengo. — Le mantendré informado mientras seguimos revisando el lugar, pero tenga por seguro que hoy regresará con nosotros al mar.

Asiento feliz y me alejo para que pueda seguir en su misión, solo debo esperar.

Pero mi sonrisa no dura suficiente tiempo cuando siento que mi muñeca es casi torcida por una mano grande y tosca, pero cuando estoy por abalanzarme a golpear al tipo, veo que se trataba de mi padre. Me jala y me susurrar al oído con su asquerosa voz.

— Maldita sea Samuel, más te vale que aceptes bailar con los príncipes que al menos ofrecen sus manos ante ti, si me entero que sigues rechazando a la gente... te ira peor... — Y se aparta para seguir charlando con los reyes e invitados de la fiesta. Siento mis manos temblar...