- Bien es hora, primero necesito que todos ustedes escapen, lleguen al barco y suban todo lo necesario para partir hacia Francia, Foolish y yo haremos tiempo ya después escaparemos nosotros.
Aguardó un momento hasta que recuerdo el cuchillo filoso de Roier, lo uso para abrir el candado ya que usar el arma causaría un revuelo.
Cuando oigo que el candado cae abro la reja y de inmediato siento los brazos de Luzu rodearme y los demás no se quedan atrás, todos ellos me abrazan con fuerza beso sus cabezas y les indico que es ahora o nunca.
» No dejaré que vuelvan a estar en una maldita prisión.
Y comenzamos a movilizarnos, Mike nos guía por toda la mazmorra hasta que logramos llegar al jardín, van saliendo de 1 en 1, les digo que vayan con cuidado y aunque las chicas se sienten nerviosas, les digo que no hay nada de que temer, pues de cualquier forma lo importante es que ellas estén a salvo, parece que sus corazones se tranquilizan y comienzan a moverse fuera del castillo, así que Foolish y yo volvemos a la fiesta para hacer tiempo.
La música se ha vuelto un poco más animada así que Foolish vuelve a invitarme a bailar y como no aceptar sus palabras y esa bonita sonrisa. Sentimos como solo importamos nosotros, el me gira y me toma de la cintura mientras seguimos bailando.
Bailábamos como si nos hubiéramos conocido desde años y claro que eso no se iba a pasar por alto ante mi padre. Después de unas cuantas canciones más, pude oír como el estómago de Foolish rugió, reímos y nos dirigimos hacia la mesa de bocadillos.
— Se supone que esto es el gusto de la realeza? - Rio y asiento mientras hago una mueca por el sabor insípido de la comida, jamás entendí los paladares de la gente rica.
- Cuando logré salir de este lugar, recuerdo que el capitán me había comprado mi primera comida fuera de aquí, era una carne jodidamente llena de grasa y muchas cosas inexplicables, pero cuando comí un bocado sentí como mi mente explotó.
Foolish y yo reíamos y hablábamos en susurros entre nosotros hasta que nos aburrimos de estar ahí, era hora de escapar, así que comenzamos el plan de huir, Foolish y yo volvíamos al jardín, pero cuando nos dirigimos al lugar donde había un hueco, oí pisadas.
- Mierda, Foolish ven.
Jalo a Foolish y nos sentamos en una banca cercana del jardín, sujeto su mano por qué si mi instinto no fallaba sabía que eran pisadas de mi padre, odiaba que mi padre me hiciera sentir como cuando tenía 8 años y tuviera que rogar a los dioses que no se acercara a mi habitación.
- ¿Oh hijo mío que haces aquí? La gente te estaba buscando. - Se acerca con una sonrisa que aparenta amabilidad, pero yo no caigo en sus trucos, por qué sé que, aunque su cara diga amabilidad, sus pensamientos son de molestia y furia.
- Estaba hablando con el príncipe de Canadá.
- Necesito que vengas al salón ahora mismo. - me jala sin importarle mis palabras, volteo a ver a Foolish el cual se nota confundido y no sabe qué hacer, pero me sigue en silencio y un poco alejado, volvemos a entrar al salón, se oyen risas y el choque de las copas de cristal.
- Padre, te he dicho... - pero me interrumpe.
- Lamento las molestias príncipe Rubén. - Y siento que el aire se me va, no puedo respirar y no quiero girarme a verlo, dejo de jalonear el brazo de mi padre y solo me quedo en shock.
- Príncipe De Luque, que honor volverlo a ver, sigue siendo tan encantador a pesar de su... problema... lamento que esos asquerosos piratas se lo llevaran. - y puedo oír su maldita risa burlona. Giró la cabeza hasta que mi mirada se posa en la de él, esa sonrisa engreída me hace tener ganas de golpearlo.
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Treasures Of The Sea - Fooligetta
FanfictionUn pirata buscando por todo el mar algo inusual que pueda ayudarlo a encontrar aquello que cree anhela tener: fama y gloria. Ser el primer Marino en encontrar a las tan buscadas "sirenas" las cuales solo se creen como un mito Claro, hasta que cierto...