Interludio

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You look so self-possessed
I won't disturb your rest
It's lovely when you're sleeping
But wide awake is best.
Wake up and make love with me
Wake up and make love
Wake up and make love with me
I don't want to make you
I'll let the fancy take you
And you'll wake up and make love

Martes 24 de Enero de 1978

07:50 a.m

James los despertó el martes por la mañana, gritando a través de las cortinas.

— ¡Oye, Padfoot, levántate! Son casi las ocho, maldito holgazán.

— Tengo un día de estudio libre, imbécil, lárgate. — Sirius gimió en respuesta, enterrando su cabeza debajo de la almohada.

— ¡Te perderás el desayuno!

—Urrgh.

— Bien, muérete de hambre entonces. —James respondió. Luego dijo — ¿Has visto a Moony? Su cama está vacía, ¿Crees que se fue solo?

— Err... — Sirius levantó la almohada de su rostro y miró a Remus, levantando una ceja en pregunta.

Remus le devolvió la mirada con pánico. Si, bien, James lo sabía, pero hasta ahora se las habían arreglado para evitar que tuviera encuentros reales con su relación. Remus había sido muy específico al respecto; no quería que lo miraran boquiabierto. Quería demostrar que todo estaba igual que antes, y eso significaba que lo que pasaba entre él y Sirius en privado debería mantenerse... bueno, en privado. Había sido meticuloso a la hora de compartir la cama, asegurándose de levantarse temprano y volver a su propia cama, o bien arrugar las sábanas y dirigirse directamente a la ducha. Pero hoy había luna llena y estaba más lento de lo habitual.

— Probablemente haya ido a desayunar, amigo. — Sirius respondió. Se encogió de hombros hacia Remus.

— Sí, tal vez... — James estuvo de acuerdo — Oh, espera, revisaré el mapa, ¡Lo dejó en su mesita de noche!

Remus se golpeó la cabeza, asombrado por su propia estupidez.

— ¡Estoy aquí, James! — Gritó, rápidamente, sintiendo que se ponía rojo de vergüenza.

— ¡Oh! — Oyeron que James se detuvo, justo afuera de las cortinas de la cama — Oh... eh, claro, por supuesto, lo siento, yo... eh... no pensé... — Sus pasos retrocedieron rápidamente, hacia la puerta — Lo siento muchachos... eh... nos vemos más tarde, ¿eh? — La puerta se cerró de golpe.

Sirius resopló de risa mientras Remus se arrastraba bajo las sábanas como si pudiera escapar de la vergüenza allí.

— Oh, vamos — se rió Sirius, tratando de tirar las sábanas hacia atrás — No fue tan malo...

— Fue horrible. — Remus respondió, enterrándose aún más — ¡Nunca más podré mirarlo a los ojos!

Sirius también se arrastró bajo las sábanas, persiguiéndolo.

— No es como si hubiésemos estado haciendo algo, ¡Todavía tienes el pijama puesto!

— ¡Prongs no sabe eso! — Remus replicó, sentándose con las piernas cruzadas, frente a Sirius. Era como si ahora estuvieran bajo su propia tienda de campaña, y le recordaba a Remus el campamento. Ese era un recuerdo tan agradable, que se sintió un poco más tranquilo después de recordarlo. Eso era aún mejor; Sirius siempre sostenía su mano cuando estaban escondidos así, y extendió la mano ahora, jugando con los dedos largos y llenos de cicatrices de Remus como si fueran un tesoro precioso.

— No veo por qué tanto alboroto — reflexionó Sirius, entrelazando sus suaves dedos blancos entre los de Remus, luego extendiéndolos, para después moverlos, como si fuera un juego. — Estoy seguro de que puede asumir que hacemos... ciertas cosas.

All The Young Dudes (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora