Nota: antes que nada informo que el capítulo tocara un punto sensible, no pretendo ofender a nadie con esto. Se que el aborto es algo delicado, simplemente expongo el tema para la trama.
Sin más, disfruten la lectura.
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Desde pequeña había soñado con el día que formaría una familia, pensaba en mi compromiso y quién sería mi futuro esposo, el que estaría conmigo por el resto de mi vida. Pero en este momento me sentía en una pesadilla, no se en que momento mis ojos terminaron cerrándose para no ver la realidad de todo a mi alrededor, debí preocuparme más por mis planes y la persona que me amaba pero al final decidí continuar con el trabajo que deseaba conservar como mi prioridad principal.
No supe en que instante acabe cruzando la ciudad en un taxi, me sentía en automático hasta que visualice la entrada del jardín de cerezos que solía visitar con mis padres cuando era una niña. El chófer me miró con una expresión de preocupación y supuse se debía al hecho de escucharme llorar durante tanto tiempo, mire a mi alrededor a las familias que recorrían el lugar y todas las parejas reunidas mirando los árboles florecer, en una situación diferente estaría sonriendo y corriendo de un lugar al otro mirando los árboles, comiendo algún helado de fresas. Me dejé caer en una banca tratando de disfrutar de la sombra que recibía de uno de los árboles pero esa paz que siempre me transmitían era difícil de alcanzar, nuevamente pude sentir las lágrimas deslizándose por mis mejillas.
Yo si te amaba...
¿Debería decirle que estoy embarazada? Aún si lo sabe nada cambiará.
Mi cabeza era un lío de pensamientos, mis padres seguramente se sentirían decepcionados al saber mi estado pero aun peor se pondrían una vez supieran la razón de nuestro rompimiento. Mi padre y mi madre no aceptaban a Darien por la diferencia de edad y la forma en que muchas veces me trataba, ellos preferían alguien que compartiera una edad parecida a la mía y según ellos que me dejara ser yo. Sammy tampoco gustaba de él, siempre me dijo que acabaría destrozando mi corazón pero Rini, ella de cierto modo sentía un extraño enamoramiento aunque aceptaba nuestra relación aveces me decía que debia irme con calma respecto a la boda porque tenía un mal presentimiento, en un principio no la escuché alegando que se trataban de sus celos pero ahora entendía que ella tenía mucha razón y mis amigas igual.
—¿Qué vamos hacer?—llevo ambas manos a su vientre acariciándolo, iba a ser madre y deseaba sentir la ilusión de serlo pero en ese preciso instante no sentía nada—: no puedo...no puedo...lo siento....
—¿Sientes qué?—abrió sus ojos con sorpresa al oír nuevamente aquella voz, Seiya estaba cansado de correr en su búsqueda. Una vez salió del hospital preguntó a todos los que veía si la habían visto encontrando respuestas negativas hasta que una anciana se acercó diciéndole que la miró tomar un taxi e inmediatamente se apresuró a llamar a Rini, la pelirosa le informó que iría con la mejor amigas de la rubia para saber si estaban juntas mientras él debería ir a casa.
Al finalizar la llamada permaneció en el mismo lugar recordando el estado en que se encontraba, las lágrimas que le vio derramar y como la luz de sus ojos había desaparecido dejando atrás un simple contenedor vacío de la Serena que él conoció. —todo por él—, había pensado con enojo. Quiso ir a casa pero su instinto lo llevó a tomar un taxi pidiéndole al conductor llevarlo al único lugar que recordaba donde ella se sentía en calma, al llegar al jardín de Sakura's recordó los pocos momentos que estuvieron allí juntos jugando y por un segundo Seiya dejo de ser la super estrella musical para regresar a ser el mismo niño soñador.
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Impredecible Realidad
FanfictionSeiya Kou era reconocido por su increíble talento, amado por el público en general al escuchar su voz en el escenario, su actuación lo había llevado lejos ganando diferentes premios. En el amor era un rompe corazones, mantenía su vida privada lejos...