Prioridad

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Termino de arreglar su cabello y sin poder evitarlo miro nuevamente la fecha en el calendario, esa mañana había escuchado a Amy decirle a Taiki sobre la consulta de Serena y fue en ese instante que recordó la promesa de ir con ella pero el viaje impuesto por la agencia terminó siendo pautado para esa mañana. Los golpes en la puerta fueron un recordatorio que debía apurarse o llegarían tarde a su destino, Yaten no era alguien que le gustará ser impuntual y menos cuando se trataba de su trabajo. Busco su celular encontrando un mensaje de Serena deseándole un buen viaje, sin darse cuenta de su propia acción acabó sonriendo ante aquella simple palabra.

—¡Ya sal!—recogió su equipaje con resignación, no deseaba hacer enojar aún más a su hermano. Abrió la puesta topandose con la mirada furiosa del peliplateado—: mi tiempo es valioso.

—Lo siento, ya estoy listo—dio una última mirada al calendario antes de cerrar la puerta detrás de sí, eran ese tipo de situaciones donde deseaba que su hermano fuese un poco más comprensivo. Se despidió de Taiki pidiéndole que estuviera con Serena en su consulta, hasta donde tenía entendido ese día Sammy tendría un partido y su madre iría con él, Rini había ido a un viaje escolar y su padre era uno de los periodistas que cubrirían el evento en Fukuoka por lo que la rubia estaría sola con la doctora y temía se sintiera nerviosa. Durante su camino hasta la casa rodante se preguntaba si tendría la mala suerte de encontrarse con Darien.

—Hola Rubeus—el pelirojo le regreso el saludo una vez subio—: espero que Serena este bien.

—Es solo una consulta Seiya—el moreno no dejo de mirar con nerviosismo por la ventanilla, quería creer que sería así pero una parte de él sentía nervios. Quería ir con ella, tomar su mano y escuchar todo lo que la doctora tenía que decirle. Se había jurado la noche anterior estar para ella y comportarse como su pareja asi como el futuro padre del bebé en su vientre.

—Le prometí que estaría allí con ella—Yaten guardo su teléfono al escucharlo—: solo serán treinta minutos.

—Esos treinta minutos nos atrasarian, Taiki o Amy te llamaran si algo pasa—Seiya suspiro, noto la mirada de Rubeus por el retrovisor y supo que su amigo esperaba diera la orden de la dirección a  la cual irían.

—No me importa, Rubeus cambia de ruta iremos primero al hospital—Yaten ordenó que no lo hiciera pero el pelirojo tenía la costumbre de siempre obedecer a Seiya, después de todo había sido él quien le dio el trabajo como su conductor y guardaespaldas.

—Buena elección—Seiya le envio un texto a la rubia que iría a verla en el hospital, esperaba que ella viera su mensaje antes de entrar a la consulta.

—Estas actuando como un idiota—el moreno sonrió ignorando a su hermano—: atrasas nuestro viaje, ella estará bien.

—No confío en eso, él trabaja en ese lugar—Yaten entendió en parte la preocupación de su hermano, aún así quiso golpearlo por ser un exagerado—: desde hoy Serena sera mi mujer ante el mundo, Amy tiene razón yo debo darle su lugar como mi prometida.

—Seiya esta madurando—bromeó Rubeus, Yaten no dijo nada al respecto y dejó que el pelirojo los llevara al hospital.

Una vez más el teléfono de Seiya sonó, aunque quería reírse de la petición de Serena no lo hizo, él ya había tomado la decisión de ir a su lado aún cuando el mundo se acabará en ese mismo momento por no seguir sus planes de viaje. Yaten lo miro fijamente observando la sonrisa en su rostro y el brillo en su mirada, —pareces el Seiya de antes—, cerró sus ojos tratando de descansar antes de que las llamadas comenzarán para preguntar por el paradero de Seiya.

—Hemos llegado—Seiya sintió alivio al ver las puertas del hospital, abrió la puerta del vehículo bajando de él sin darle importancia a los fans que gritaban por verlo pasar corriendo hasta las escaleras que daban al piso superior donde se encontraban los consultorios, miró de un lado al otro buscándo a Serena y casi siente un ataque de pánico al no encontrarla donde debería, miró de un lado al otro solo para toparse con las miradas de sorpresa y admiración de los pacientes.

Impredecible Realidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora