Sorpresa

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Tres días después

Si era sincera consigo misma le dolía lo sucedido más de lo que podía imaginarse, amaba a Darien y la forma tan fácil como el término todo rompió su corazón en mil pedazos. No quiso decirle a sus padres lo sucedido pensando que en algún momento él dejaría de estar enojado y retomarian sus planes pero los días pasaban y nada sucedía, muchas veces trato de llamarlo sin tener suerte de comunicarse con él, deseaba ir a verlo pero era posible que no estuviera en su departamento, su madre noto el cambio en su estado de ánimo sin obtener ninguna respuesta. Esa mañana tenía el día libre y no deseaba salir de la cama pero los maullidos de su gatita la obligaron abrir los ojos, dos pequeños golpes en la puerta llamaron su atención y a pesar de querer abrir se negó hacerlo.

—Serena ábreme—cubrió su rostro con las sábanas, ignoro a la persona que abrió la puerta aún cuando se sentó a su lado—: hermana, deberías salir de la cama.

—Vete Rini,—Serena alejo las sábanas de ella topandose con los ojos carmesí de su hermanita menor, la niña de cabellera rosa la observaba con una mirada triste y comprensiva—: ¿Qué quieres?

—Supe que él termino el compromiso—la rubia se sorprendió al saber que alguien más sabía su secreto.

—Cómo...¿Por qué?

—No le diré a mis padres, como lo supe; Molly.

—Debí suponerlo—la pelirosa la tomó de las manos suavemente dándole una sonrisa—: me duele Rini, sabes que lo amo.

—Se que soy solo una niña pero puedes confiar en mí—la rubia no respondió, las lágrimas poco a poco comenzaron a derramarse de sus orbes zafiro—: aunque al principio me gusto Darien y de verdad estaba celosa, tengo trece años y él es un viejo.

Serena no pudo evitar reírse al escuchar su comentario, Rini sonrió al ver que pudo borrar por un momento su tristeza, limpio con sus dedos las lágrimas de sus ojos sorprendiendo a su hermana mayor, normalmente la menor de la familia Tsukino no era demostrativa con ella como lo era con el resto de las personas.

—Mamá, papá y Sammy siempre tuvieron razón él no te merece. Pero deberías enfrentarlo y cerrar este ciclo de frente.

Ambas observaron a la gatita al oírla maullar llamando la atención de ambas, Rini la tomo en sus brazos acariciando sus orejitas para gusto de la minina.

—Te acompañaré, tu arréglate que yo iré a darle comida a Luna—dio un pequeño asentimiento de cabeza al verlas salir de su habitación. Rini observo la puerta cerrada dando un suspiro, la menor sonrió ligeramente al saber que al menos había logrado levantar su ánimo. Siguió su camino encontrándose con sus padres discutiendo sobre el matrimonio de su hermana mayor, Sammy se mantenía apartado de la discusión mientras hablaba por teléfono.

—¿Qué sucede Rini?—Ikuko se acercó retirando de sus brazos a Luna, ella conocía a sus hijos como para saber que escondían algo—: ¿y Serena?

—Saldremos un rato, ella tiene algo que decirles pero lo hará una vez regresemos—Ikuko y kenji se observaron sin comprender que sucedía. Sammy alejo el móvil al mirar a su hermana—: no me pidan decirlo, eso le compete solo a ella.

Kenji solo pudo asentir, tomó la mano de su esposa impidiendo que fuera detrás de su hija mayor. Sammy le dio una mirada a su hermana menor dándole a entender que sí tenía idea de lo que estaba sucediendo, él nunca confío en Darien y por muchos medios trató de conseguir información sobre el moreno para separar a su hermana del médico, sin embargo nunca encontró nada relevante y desistió dándole el beneficio de la duda, pero desde que vio a su hermana llegar con los ojos hinchados y un semblante triste supo que él era el único culpable, no quería indagar más y dejar que su hermana fuera quién dijera lo que sucedía pero después de tres días esperando ya comenzaba a cansarse, si no fuera porque Rini apareció diciendo que por fin hablaría con ellos, en ese mismo instante ya hubiese salido a romperle la cara a Darien hasta saber que sucedía.

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