Setsuna no dejaba de mirar a Darien y es que el moreno llevaba semanas sumido en sus pensamientos hasta el punto que llegaba a sentirlo distante. Aunque el interés entre ambos no se había perdido, sentía que la razón de verlo así tenía nombre y apellido: Serena Tsukino. La morena no entendía que había sucedió después de ese repentino viaje a Fukuoka hace apenas dos semanas, Darien después de volver se había vuelto distraído, trabajaba sin ánimos y al mismo tiempo parecía estar sumergido en una batalla mental que no lograba comprender. Los preparativos para su fiesta de compromiso habían concluido el día anterior y por más que trato de involucrarlo en las decisiones sobre la cena que servirían en el salón seguía sintiendo que no estaba con un ser humano si no con un robot que funcionaba con instrucciones.
Era martes y la jornada apenas estaba terminando, ambos habían obtenido el permiso de ausentarse después de las dos de la tarde para prepararse para esa noche, ella había atendido cada paciente con cita médica y él igual, sin embargo al ir en su búsqueda lo encontró sumergido una vez más en sus pensamientos mirando la pantalla de su teléfono celular.
—¿Darien?—el moreno levanto la mirada encontrándose con su prometida—: me puedes explicar que sucede, ya estoy cansada de verte así.
—Es Serena—Setsuna sintió un pinchazo en su pecho al escuchar aquella respuesta—: fui por ella a Fukuoka.
—¿De qué estas hablando? ¡Necesito una explicación!
—No es lo que piensas, me enteré que esta embarazada...ella dice que es de ese cantante—Setsuna no tuvo más remedio que acercarse y sentarse en espera de su explicación—: cuando lo supe saque mis cuentas y el bebé debería ser mio pero...cuando los confronte afirmaron que no es mío, eso significa que Serena me fue infiel.
—Creo que deberías dejar de darle tantas vueltas a este asunto, si ellos dicen que es suyo debe ser asi—Setsuna tomó sus manos por encima del escritorio regalandole una sonrisa
—: algo te molesta, ¿Qué es?—Sí lo que dicen es falso y el bebé es mío, ¿Qué haríamos?
—...—la morena alejo sus manos al recibir aquella pregunta confundiendo a su prometido—: tendrías que luchar por tener la custodia.
—¿Aceptarías eso?—asintió—: esa era mi preocupación, estoy imaginando todos los panoramas.
—Averiguare quién en su médico y trataré de obtener toda la información posible, si ellos te están negando tu derecho podemos demandarlos siempre y cuando tu quieras a ese bebé.
Darien permaneció en silencio durante unos segundos que para Setsuna fueron eternos, el moreno suspiro cansando admitiendo que su deseo al principio no era ser padre y si resultaba suyo quería que Serena se deshiciera del bebé, sin embargo mientras más lo pensaba esa decisión iba en contra de su ética como médico además que en momentos sintió ilusión de ser llamado papá por aquel pequeño que vendría al mundo, por otro lado su enojo más grande era imaginar que Seiya Kou cuidara de él o ella, no lo odiaba pero si detestaba la forma en la que acabo enfrentandolo y poniéndolo en su lugar como si ambos se conocieran de toda la vida.
—Entiendo, en todo caso si ese bebé resulta no ser tuyo y tú deseo es ser padre podemos intentarlo después de casarnos—Darien miro con sorpresa a su prometida notando el sonrojo ligero en sus mejillas, aquello le demostró que Setsuna en el fondo tenía deseo de ser madre y de ser posible él cumpliría en cualquier momento con su deseo.
—Se que podemos, pero ahora debemos prepararnos para la cena de esta noche—la fémina asintió sintiéndose feliz de obtener una respuesta afirmativa y recuperar el ánimo de su prometido después de hacerlo hablar sobre sus sentimientos. Aunque compartían un mismo camino no podían dejar de sentir que el panorama era completamente diferente haciendo difícil el tener que expresar los sentimientos de ambos de una forma correcta, siendo sinceros consigo mismos esa en parte era la definición de lo que significaba ser un matrimonio.
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Impredecible Realidad
FanficSeiya Kou era reconocido por su increíble talento, amado por el público en general al escuchar su voz en el escenario, su actuación lo había llevado lejos ganando diferentes premios. En el amor era un rompe corazones, mantenía su vida privada lejos...