Miedos

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Seiya se sintió satisfecho al finalizar los ensayos antes de tiempo, su equipo se había esforzado por dar lo mejor de sí para el concierto de esa noche y su hermano estaba tranquilo al ver todo marchar sin ninguna novedad. Los hermanos Kou se habían retirado al camerino en busca de sus cosas para regresar al hotel y descansar durante las tres horas que les quedaban libres antes de volver al lugar donde el moreno como siempre derrocharia todo su talento y carisma para enamorar a sus fans.

—Qué extraño—susurro el peliplateado llamando la atención de su hermano—: tengo diez llamadas de Rubeus y ocho de Lita.

—¿Qué?—Seiya busco su móvil entre sus cosas encontrándose con varias alertas de llamadas pérdidas—: regresemos, quizás le paso algo a Serena.

Su hermano no protesto ante su sugerencia sabiendo que en ese momento Seiya solo pensaba en ver a la rubia y comprobar que tanto ella como el bebé se encontrarán bien. El moreno sentía nervios no lograba entender que ocurría, trato de pensar en alguna cosa extraña antes de salir del hotel pero solo recordaba haberla visto emocionada por salir a dar un paseo con sus amigos y conocer la ciudad, mientras desayunaba no dejaba de hablar sobre lo feliz que se encontraba por verlo cantar en vivo haciéndolo sonreír ante la sinceridad de sus palabras. Su corazón se aceleró de solo imaginar que tanto ella como el bebé estén pasando por algún problema. Yaten quiso tranquilizarlo sin embargo solo pudo lograr que le diera una mirada fulminante indicándole que no intentará hacerlo sentir tranquilo cuando sabía que no lo estaría hasta verla.

Una vez más el teléfono celular de Yaten comenzó a sonar llamando la atención de ambos pero esa vez en lugar de ser ignorado Seiya fue quien contestó escuchando la voz de Lita al otro lado.

¡Yaten necesito que vengan al hotel una vez acabe el ensayo!escucharla solo provocó que sus nervios aumentaran.

—Soy Seiya, ¿Qué pasa?—por un simple segundo hubo un silencio que le termino por disparar todas las alarmas.

Hablemos aquí, antes que nada ella está bien pero necesito que regresen.

—Ya estamos llegando—la llamada se vio cortada por su amiga, Seiya enfoco la mirada en la pantalla sin saber que decir, Yaten pensó lo peor al ver su expresión pero al oírlo suspirar supo que no pasaba nada grave o al menos eso intuyó—: ella está bien.

—¿Te dijo algo más?—negó—: bien, si te dijo que ella esta bien entonces es así.

—Yaten...—Seiya miro hacia afuera por el cristal sintiendo la mirada de su hermano encima—: no quiero perder a mi familia.

—Seiya tú...—antes que pudiese acabar su frase fue interrumpido por el chófer, no hubo tiempo para nada más cuando miro a su hermano salir corriendo del auto ignorando a sus fans en la entrada y a todos los reporteros viéndose el peliplata en la obligación de disculparse por su comportamiento e inventar alguna tonta mentira que no lo hiciera ver como una persona sin modales ante el público.

Seiya corría como un loco hacia el ascensor ignorando todo a su alrededor incluyendo a la persona que lo seguía con la mirada, la misma que había ocasionado todo sus miedos sin él saberlo. Darien había esperado durante horas ver a Seiya y de esa forma poder seguirlo hasta la habitación donde se hospedaba, por más que trato de obtener esa información nadie quiso dársela aun cuando uso todos los medios para sobornar a los trabajadores del hotel. Sin esperar un segundo más decidió seguirlo y acabar con esa tortura que comenzaba a sofocarlo.

Por su parte Seiya casi pierde el aliento al llegar a su piso, sus pasos lentos lo llevaron hasta la puerta de su habitación, viéndose preso de los nervios olvido como abrir  teniendo que tocar hasta que Lita abrió dándole pase.

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