Stammi Vicino (Wenclair)

V

"La princesa Merlina de la casa Addams recibirá la delegación de su prometida la princesa Enid de la casa Sinclair, en el encuentro ambas prometidas no deberán tener contacto, deben esperar hasta ser presentadas, lo cual será hasta el momento de la ceremonia de bodas..."

Una vez más estaba a lomos de su caballo, había leído cada parte del protocolo que se debía seguir y mentalmente se repetía que hacer. Todo esto le resultaba una bufonería no reía para que no pereciera que haba perdido el juicio; aunque en esta situación veía muy conveniente alegar ese estado.

Como siempre le acompañaban su séquito de fieles donde se encontraba una de sus constantes molestias; Sir Thorpe, un joven que le resultaba detestable y la única razón por la que le toleraba es que era el único que le criticaba y decía sus verdades sin temor.

Entonces se hallaban saliendo de las puertas de la ciudad, tenían que encontrarse con el rey Murray y toda la comitiva que les acompañaban, ya que como gesto de cortesía ella había tenido el honor de escoltar a su nueva prometida hasta la fortaleza negra.

Claro siempre vigilada y custodiada más allá de su grupo, por parte de la guardia solo para evitar futuros contratiempos.

La princesa se dirigió con paso desganado casi como queriendo evitar llegar, el choque entre ambos bandos sería inevitable e inminente y como si no fuese suficiente sir Thorpe comenzó a bombardearle con preguntas.

-¿Te encuentras ansiosa?- Merlina no tenía el más mínimo interés en contestar

-Porque si yo fuera tu y me encontrará en esta situación lo estaría-

-¿Crees que anheló el matrimonio con una completa desconocida?- la princesa le devolvió -Alteza, sabías que esto pasaría en cualquier momento es tu responsabilidad-

-Lo se, solo imagine que encontraría mas beneficioso el contrato- se tomó las sienes, tratando de mentirse un poco,  - A demás no planeaba que fuera tan joven- recriminó -Al menos se su nombre- dijo muy por lo bajo solo para si.

Tal Sir planeaba seguir hablando pero ante una mirada demacrada, mas de lo normal, prefirió guardarse sus palabras, el camino transcurrió rápido y sin darse cuenta se encontraron de frente al rey Murray.

-Princesa Merlina de la casa Addams, ante usted se encuentra el rey Murray de la casa Sinclair el primero con el nombre- la morena hizo un ademán ante su futuro suegro en señal de respeto.

-Sean bienvenidos, excelencia- el rey le brindo una de sus mejores sonrisas llena de hipocresía, - Esperamos que el camino haya sido tranquilo- continuó, -Si por algo es conocido su reino es por la paz- la dama no le tomo importancia y aún así siguió con la cortesía fría.

-La seguridad del pueblo y nobles es una prioridad- respondió, pero internamente agrego..."lo que menos se quiere es que un rey idiota muera a manos de bandidos"... aunque ahora que se lo pensaba, seria una excelente idea, impediría su enlace matrimonial y la guerra estallaría nuevamente.  

Maldijo que eso no hubiera sucedido.

-Debemos apresurarnos ya que todos esperan con ansias su llegada desde hace bastante tiempo- Aunque sinceramente esperaba que llegara mejor como prisionero, como trofeo de guerra, o en un cajón de muerto.

El rey se había quedado mudo casi como si le estuviera leyendo la mente a su nuera, era escalofriante.

Solo tendría que cumplir meramente con un trato.
Ambas partes sabían que aquello no era deseado y por tanto dejaron de lado el tratar de hablar de la prometida que aguardaba en la carroza casi como un adorno.

Enid sabía que el encuentro entre su padre y prometida se había llevado a cabo pues habían estado detenidos por un corto tiempo a las afueras de la ciudad, quiso encontrarse con ambas partes pero fue detenida con el argumento que no debían verse hasta la ceremonia, supuso que por explícitas órdenes de su madrastra y que su mandilón  rey seguiría.

Nada más entrar en la ciudad noto el cambio abrupto pues el pueblo recibió aquella caravana con festejos y vitoreo. Se sintió cálida y aceptada, así que por un momento olvidó su condición.

Una vez en las puertas del palacio se encontró con su padre quien le ayudo a bajar del coche más que nada por apariencia, su nueva familia política también estaba allí, pero no así su prometida quien había salido huyendo del lugar.

El castillo era gigante más incluso que el de su reino, esa si podía llegar a ser llamada capital, pues el lujo que derrochaba era digno de la sede del poder.

Sus habitaciones habían sido designadas muy lejanas a la de su prometida pero muy cercanas a las de su padre.

La calurosa bienvenida no solo se quedó en un instante; pues más bien ya se estaba celebrando el matrimonio.

-Los banquetes en tu honor ya han comenzado - le aviso su padre, -Dos semanas de torneos y bailes- aquella voz envidiosa se escuchaba.

-La ceremonia real será el sábado, es decir en cuatro días, así que hasta ese entonces no hagas nada estúpido- 

-Gracias- Enid le respondió

Ya que realmente si estaba agradecida, si no era bien completamente por su causa, debían mantener los papeles que interpretaban a la perfección; un rey fuerte que hacia todo por el bien de su pueblo, un padre ejemplar que aunque busca la felicidad de sus hijos que antepone el deber pero que aun así busco la mejor opción para la princesa, y una hija respetable que siempre estaba agradecida con su familia, refinada culta y que entiende el deber como para separarlo de los sentimientos.

El primer día; no salió de sus aposentos decidió quedarse a descansar, a disfrutar de lo que se le había otorgado. Pues las habitaciones que le habían preparado para ella eran mejores y por mucho a la sucia cama de la torre en su antiguo hogar.

Al segundo como había nada que le interesará prefirió solo disfrutar de la música, también quiso encontrarse con la princesa pero se dio cuenta que los eventos a los que asistían eran diferentes, casi como si le estuviera evitando.

Llegó el tercer día donde no volvió a salir de sus habitaciones, no se sentía nerviosa ni ansiosa solo se quedó para alistar todos los detalles de su ajuar y encontrarse descansada para el siguiente día que sería uno muy largo.

Se hallaba preparada para el futuro pero todo cambio cuando el rey Murray entro en su recinto.

-Después de la ceremonia y del banquete el acto de consumación será presenciado por lo nobles- esas palabras hicieron que la duda naciera en Enid, ¿de que rayos estaba hablando?

Esa parte jamás se la había imaginado y aunque nadie le había instruido ella sabía que se debía hacer, pues había visto a los animales, pero le aterraba la idea de que aquel acto que se imagino solo compartiría con su futura conyugue se volviera un espectáculo lleno de morbo.