III

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-Tu harás lo que yo te ordene- su padre le golpeó el rostro -Más bien lo que tu esposa- Enid se dirigió con sarcasmo.

-Finalmente dejaras de ser un estorbo- aquella mujer a la cual llamaba madre pero que en realidad era su madrastra le hablo.

-Agradece que no serás más una bastarda del rey- pretendían engañarlos pero eso no les iba a funcionar, ella no lo permitiría.

-Esos Addams, lo pagarán en especial esa princesa cuervo- su padre bebió de aquella copa.

-Y si tu decides hablar te ejecutarán así que no lo encuentro muy conveniente- nuevamente su horrible madre hablo.

Enid no era una princesa, hasta hace poco vivía en la torre como una prisionera, a petición de la esposa de su padre, con el estigma de ser bastarda; pero gracias a la humillante guerra había sido elevada de estatus, pasando ser conocida como princesa solo con el mero propósito de deshacerse de ella y de una cláusula matrimonial estupida.

Su cuerpo dolía especialmente su rostro pues madrastra, medios hermanos y su propio padre la golpeaba, incluso había ocasiones en que si el uno o el otro se cansaban la misma guardia lo hacía ya fuera por orden o gusto propio.

Solo exceptuando a uno solo de los hombres, Ajax, un guardia juramentado de su padre que era poco menos que caballero errante, había sido amable y puntual con ella, pero que aun así no tenía el valor de defenderla.

-En menos de una semana te irás para siempre de aquí y pasarás a ser problema de tu nueva esposa- le dictó su padre -Serás la comida de los cuervos- terminó echándose a reír.

Y tal como se dijo, dos días después la echaron, aunque fuese una carroza de alabastro todo ese lujo era inventado, los mismos sirvientes que la maltrataron y su progenitor que nunca la reconoció hasta ahora, pero de algo estaba feliz era de irse de ahí.

El rey solo estaba ahí para aparentar una fachada, solo un mero protocolo.

Enid sabía que la farsa en cualquier momento sería descubierta pues una princesa no era, no contaba con educación, ni siquiera era refinada, cualquier persona se daría cuenta a simple vista, lo único que agradecia de toda aquella situación fue que finalmente saldría de ese lugar como tanto ansió. Solo que de una manera muy distinta, ya que a menudo fantaseaba que su caballero en armadura "Ajax" la liberaba, pero es distaba de ser cierto.

Ese caballero era leal a su padre y por tanto no haría nada para disgustarle juntamente había descubierto que no tenia el mas minimo interes por ella, ya que solo era cortes por deber, pues quiso conocerlo mejor.

Ajax, jamás le presto atención.

Entonces mejor prefirió tratar de aceptar el hecho de que dentro de poco estaría casada, la idea al principio le desagrado pues el rey le advirtió que su prometida era una sádica, cruel y despiadada, se horrorizó ante tal hecho pero no pensaba que fuera peor que vivir en su antiguo hogar.

El soportar maltratos y violencia eran el pan de cada día de su vida, lo podría soportar, incluso el hecho de que su esposa tuviera amantes o hijos bastardos, procurarían ser una buena esposa y cuidar de aquellos niños, también le parecía bien si incluso su conyugué era totalmente indiferente.

De igual manera si su familia política le maltrataban o les desagradaba, si su suegra la reina era una bruja, si el rey, su suegro solo la veía como herramienta política, lo único que no iba a tolerar es de nuevo ser la comidilla de la corté, ni que mucho menos la rebajaran, ya que ante ojos de todos sería la princesa.

De pronto la idea del matrimonio no era tan absurda, pues así también sería una dama noble y no cualquiera, pues hasta donde sabía su prometida; la llamada princesa cuervo era la heredera, puede que entonces llevara una vida si no lujosa como mínimo cómoda, después de todo algun dia se convertiría en la madre de los príncipes y hasta podría ser nombrada regente.

Nuevamente el desagrado se fue, quiso preguntar a su padre, ya que lejos de la reina era un poco menos hostil, pero la mando a callar, así lo hizo, entonces otra duda mas para llegar a ser una buena esposa le abordó.

El aspecto de la princesa, pensaba que estaria deforme pues al estar en batalla tendría muchas cicatrices, pudiese que hasta le faltara alguna extremidad, no importaba, se dijo a sí misma,no tenía que gustarle solo cumpliría con su deber.

Si bien Enid siempre se había considerado poco agraciada ya que su propia "familia" le hacía entender que lo era, decidió tratar de ser agradable para la princesa y tratar de llevarse bien

Y finalmente tras un mes de estar viajando llegaron a su destino.

La fortaleza Oscura estaba delante de ellos.

Stammi Vicino (Wenclair)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora