-Dí algo-
La princesa quien se había encontrado todo ese tiempo inmóvil, se recostó de lado en la cama, con intenciones de hacerse la dormida para evitar a su esposa pero que tras escuchar su voz salió de la cama, dando el efecto de haberse caído; así que se dirigió a la puerta llena de desesperación retomando la idea de escaparse.
Trato de abrir la puerta haciendo el menor ruido posible, pero, anticipándose a cualquier interrupción fue cerrada por fuera. En ningún momento trato de hacer contacto visual con Enid, era como si la estuviera repudiando.
-¿Por que?- pregunto la rubia, - Porque jure hacerla sufrir tanto como me fuera posible- Le contesto, sabiendo a que se refería, esto si bien era esperado por Enid le dolió más de lo que imagino ya que albergó una pequeña esperanza que le nación en la iglesia de que entre ellas si bien no hubiera amor o pasión mínimamente un entendimiento mutuo, si.
- Y ahora me es inimaginable- soltó la morena, -Es usted deslumbrante, hermosa e irresistibile- ahora Enid se puso en pie siguiendo a la morena.
-¿Y?- pregunto - Y no me permitiré sucumbir ante el deseó que siento por usted-
-Soy tu esposa-
-Si- contesto, -Entonces besame- le invito.
La rubia se acercó peligrosamente sin saber que más hacer, Merlina le tomo el rostro con ambas manos entre la oscuridad admirando a su esposa, trataba de resistirse o por lo menos apaciguar el fuego que estaba a punto de consumirla, así tuviera que ser con el simple tacto a las manos de una parte de su mujer.
-Sus ojos, son dos precios zafiros- le dijo tan cerca de la boca.
La tensión aumentaba y la ojiazul tendría como firme propósito el tener una pequeña prueba de amor que pudiera incentivar el hecho de que le agradaba y con eso se esperaría en un futuro para tenerla completamente, para tenerla en la boca del lobo, ya que no estaría dispuesta a compartirla con nadie más pues su belleza la había hechizado
Merlina había sucumbido ante tal mujer que estaría dispuesta a renunciar a todas por estar con ella tan solo una noche, aún así no deseaba lastimarla por lo cual se reprimía, pero hasta respirar le costaba.
Se besaron intensamente, la morena se dejaba someter lentamente por su esposa, que la puso de rodillas rápidamente.
Se separaron pero no conforme la princesa cargo a Enid quien envolvió las piernas al rededor de su cuerpo y rápidamente la tumbó en la cama.La respiración agitada rompió el silencio sepulcral de la habitación, desesperadamente Merlina desvistió a su esposa que sin ningún nerviosismo se acercó e igualmente hizo lo mismo.
La rubia sentía un poder inmenso ya que tenía a alguien a su merced, puede que por eso su madrastra influyera tanto en el rey.
Su esposa se separó un poco pero la sorpresa fue tal cuando atacó uno de su pechos, besando tocando y mordiendo.Eso le estaba gustando de una manera inimaginable, Merlina avanzó a su sexo, sintió la respiración caliente en su intimidad donde comenzó a degustar,
Moviendo su lengua y con su mano acariciando el seno de la rubia que para este punto ya no sabía nada y tampoco controlaba sus gemidos que eran demasiado escandalosos, eso solo excitaba más y más a la morena que ya estaba completamente desesperada por follarla.
Puso más empeño con la boca para su orgasmo llegará.
-¡Dios!, sigue asi- pedía - Si- decía casi gritando, colocando sus manos en la cabeza de Merlina.
Pero antes de dejarla terminar se detuvo incorporándose un poco colocándose entre sus piernas para poder penetrarla, la morena lejos de acabar a penas empezaba, le encantaban las doncellas puras y virginales y que su esposa fuera así agregaba más placer.
Quería ser gentil pero su miembro le pedía contacto ahora, lo frotó un poco en la entrada muy lubricada de Enid sintiendo el calor, una rubia un poco asustada trato de separarse pero su esposa se lo impidió abrazándola y besándola.
Entonces sin previo aviso entro fuertemente en ella, quiso llorar pero nuevamente sintió lo besos de Merlina que la volvieron a llevar al placer, junto con el vaivén que le otorgaba su esposa, pronto se acostumbro y comenzó nuevamente la oleada de sensaciones.
Esta vez su cuello fue el punto de ataque donde hacia uno que otro chupetón, disfrutaba de todo lo que su princesa le hacía entonces tuvo la sensación de que algo se aproximaba, pero antes de descubrirlo la morena se detuvo, pues en un espasmo sintió un líquido caliente y espeso dentro de ella.
Merlina jadeaba, salió de dentro de su esposa y se tumbó al lado de ella respirando fuertemente casi rendida.
Había terminado y por ahora estaba satisfecha, se había recostado al lado de su mujer tratando de recobrar el aliento se estaba quedando dormida pero algo la interrumpió.Sintió como se subían en ella, eso la sorprendió y fue que abrió los ojos, era su misma esposa que le besaba con ferocidad ella le siguió hasta que Enid le hablo.
-He sentido la cercanía de algo pero no me has dejado terminar, ahora es mi turno- las palabras que le dijo nunca las habría esperado, nuevamente se le puso dura y la rubia al notarlo la montó.
Penso en lo placentero que era someter a la dama pero aún más en que la hicieran como quisieran.
Enid subía y bajaba lentamente, hipnotizandola, se tomaba su tiempo pero eso la volvía loca, sujeto sus caderas y le ayudo un poco, pronto las embestidas eran más rápidas y profundas, entonces se dio cuenta que le gustaba esa posición a la rubia quien puso sus manos en el pecho de Merlina quien tomó su mano entrelazandola y con la otra siguió hasta encontrar su cuello.
A primeras se asustó ya que pensó que la mataría pero la mano era tan delicada y la poca asfixia que intentaba era orgasmica.
Entonces se dejó llevar, por su mujer que ni a palo era como imaginaba, no era dulce y tierna, no era sumisa y menos tímida.
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Stammi Vicino (Wenclair)
FanfictionUn matrimonio formado por un cuervo devorador de ojos y un lobo que se disfraza de oveja. Esto es el enlace entre Merlina Addams y Enid Sinclair, dos jóvenes nobles que ni Afrodita misma pudo formar peor union Ambas destinadas a destruirse mutuament...