-¿Qué eres tú?
Sentía que su cuerpo flotaba en el aire. La oscuridad lo abrumaba. Sus sentidos estaban suspendidos, al igual que toda su conciencia. Aún así, estaba al pendiente de su alrededor.
-El propósito por el que viniste a este mundo.
La gruesa voz lo sobresaltó. De repente pudo ver lo que sucedía. Veía con claridad el interior de Giudecca, escuchar a sus compañeros y sentir la alfombra bajo sus pies. A pesar de todo, seguía sintiéndose ausente.
-¡No es cierto!
-¿De dónde crees que sacaste tanto Cosmo? ¿No te parece insólita la idea de un novato dándole pelea a los Caballeros de Géminis y Virgo? ¿No te preguntas como pudiste salvar a tu amigo en la Casa de Libra y vivir para contarlo? ¿Aquella victoria en la Casa de Piscis? ¿Tu triunfo aplastante en la lucha por la Armadura de Andrómeda? Ningún mortal puede poseer tanto poder, sólo un dios.
Las palabras resonaron en él.
Un dios.
¿Qué significaba todo esto?
-Ya hiciste tu tarea. Ahora sólo te resta mirar desde las sombras.
-¿Qué vas a hacer?- la impotencia inundó su pregunta.
-Primero, deshacerme de tus amigos. Luego de Athena y por último tomaré el control del mundo, ustedes humanos no se merecen vivir.
-¡No te lo permitiré!
-No tienes opción.
Shun abrió los ojos lentamente. La poca luz que se colaba por la ventana resplandecía más con las blancas paredes del hospital, deslumbrándolo. El constante pitido de los aparatos abrumaba sus oídos. Poco a poco fue recobrando la consciencia, y con ella, sus sentidos.
Intentó hablar pero le fue imposible, un tubo obstruía su garganta.
Sintió una mano tomando la suya. La apretó débilmente a la vez que musitaba un quejido.
-¿Shun?
Le costaba mantener los ojos abiertos, pero hizo un esfuerzo por hacer contacto visual con quien estuviera a su lado, para dar alguna señal de actividad.
Cuando logró enfocar bien a la persona junto a él, se encontró con unos ojos azules como el cielo.
Hyoga.
Shun volvió a producir un gemido ahogado, había tantas cosas que quería decirle, explicarle... disculparse.
Una lágrima se asomó por sus párpados al momento de recordar su propia mano estrangulando a su novio.
-Tranquilo, iré a buscar a una enfermera.
Hyoga regresó en tiempo récord con un enfermero y un doctor. Revisaron rápidamente sus signos vitales y las lecturas de las máquinas.
-Te sacaremos ese tubo, ¿de acuerdo?
Shun asintió ligeramente ante las indicaciones del doctor.
-Quiero que soples como si inflaras un globo.
El japonés de verdad intentó seguir las instrucciones, pero cualquier mínimo esfuerzo le molestaba, sin mencionar que sentía que el tubo le desgarraba la garganta a su paso.
El tubo salió acompañado de una violenta tos.
-No intentes hablar aún. Deja primero que tu garganta se acostumbre.
El doctor y enfermero salieron de la habitación, dejando a Cygnus y Andrómeda solos.
Ninguno sabía que decir. A Hyoga le bastaba con ver a su novio vivo, consciente y con el cabello verde.
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Andromeda & Cygnus
FanficShun, un chico de Japón, amable y sensible, decide ir a Palaestra para convertirse en un Caballero de Athena, después de una promesa que le hizo a su fallecida madre. Hyoga es un patinador ruso frustrado, que busca algo más en su vida. Desesperado p...