Sálvame (Kookv)

Capitulo II

Capitulo dos

Taehyung

Mi padre me miró con desprecio y me ordenó que me levantara y me fuera a duchar, diciéndome que apesta. Asentí rápidamente, deseando escapar de su mirada crítica. Corrí a la pequeña habitación que compartía con él y encendí la ducha, tratando de bloquear el miedo y la humillación que sentía.

Después de una ducha rápida, me sequé apresuradamente y me vestí. Pero antes de que pudiera siquiera pensar en irme a la cama, escuché a mi padre llamándome desde la sala. Mi corazón dio un vuelco, y mi mente se llenó de temor mientras descendía las escaleras.

Lo que encontré en la sala me dejó sin aliento. Cuatro hombres, todos claramente Alfas, estaban allí, junto con mi padre, que tenía una mirada que me heló hasta los huesos. La tensión en la habitación era palpable.

Jungkook

Observé al joven omega detenidamente mientras bajaba las escaleras. Su cuerpo estaba cubierto de marcas y moretones, las evidentes secuelas de un pasado lleno de abusos. Las feromonas de miedo que emanaban de él no pasaron desapercibidas. Era un Omega hermoso, pero su fragilidad y su sufrimiento eran evidentes.

El padre del omega me informó que su hijo prepararía café para nosotros, como si fuera un sirviente. No pude evitar notar cómo Taehyung asentía rápidamente, temeroso de que su padre le diera otra lección dolorosa.

Me dirigí a uno de mis hombres de confianza, Yoongi, con un gesto.

-Ve a decirle a Taehyung cómo me gusta el café. Sin azúcar.-

Narrador

Cuando Yoongi se acercó a Taehyung sintió la tensión en el aire. El joven Omega se volvió hacia Yoongi, sus ojos llenos de temor, y se arrodilló, suplicando que no le hiciéramos daño.

-Tranquilízate. El señor Jeon prefiere su café sin azúcar. Hazlo rápido.-

Taehyung terminó de preparar el café bajo la atenta mirada de Jungkook, su padre y los hombres de este último. Cada movimiento que hacía estaba cargado de ansiedad, y las manos le temblaban mientras servía las tazas de café. El silencio en la habitación era asfixiante, y Taehyung se sentía atrapado en una pesadilla de la que no podía escapar.

Finalmente, Jungkook rompió el silencio, su voz grave y autoritaria llenando la habitación.

-¿Cuántos años tienes, Omega?- preguntó, su mirada fija en Taehyung.

El joven Omega titubeó por un momento antes de responder en voz baja.

-Tengo 17 años, señor.-

Jungkook asintió como si hubiera confirmado algo importante y luego se dirigió al señor Kim, cuya deuda había sido el motivo de esta reunión tensa.

-La deuda ha llegado a su tiempo límite, señor Kim. Debe pagar lo que debe.-

El señor Kim miró a Taehyung con una sonrisa maliciosa y dijo.

-Tiene razón, señor Jeon. Y tengo algo más para ofrecer como pago.- Su mirada se posó de manera inquietante en el joven Omega, quien comenzó a temblar visiblemente.

Taehyung no pudo contener sus lágrimas y empezó a negar con desesperación.

-¡No, por favor! ¡No quiero ir con él!

Las lágrimas rodaban por sus mejillas mientras se aferraba a la única brizna de esperanza que le quedaba. La idea de ser entregado como pago por la deuda de su padre era aterradora, y su futuro parecía más oscuro que nunca.