Capítulo XXVII

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Capítulo veintisiete

La tensión en la habitación era palpable mientras el doctor y su asistente trabajaban febrilmente para detener la hemorragia de Taehyung. La bala había causado un daño considerable, pero no solo la vida de Taehyung estaba en juego, sino también la de su bebé. Jungkook, de pie al lado de la cama, mantenía la mano de Taehyung entre las suyas, su corazón latiendo con fuerza desmedida.

—¡Por favor, saquen al bebé! —suplicó Taehyung, su voz débil pero cargada de una urgencia desesperada.

El doctor asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. Después de estabilizar la hemorragia lo suficiente como para proceder, se concentró en el parto. Su asistente se preparó para ayudar, mientras Jungkook observaba con el alma en vilo.

—Necesitamos hacerlo rápido y con cuidado —dijo el doctor, su voz firme y profesional.

Taehyung, a pesar del dolor y la debilidad, hizo un esfuerzo por mantenerse consciente. Cada contracción era un tormento, pero su determinación de ver a su bebé nacer lo mantenía aferrado a la conciencia.

Jungkook, incapaz de hacer otra cosa que sostener la mano de Taehyung, susurraba palabras de aliento y amor.

—Estamos aquí, amor. Solo un poco más. Eres tan fuerte, Tae.

El proceso fue arduo. El doctor trabajó con una precisión y rapidez asombrosas, mientras la asistente le pasaba los instrumentos necesarios. Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el llanto de un recién nacido llenó la habitación. El sonido trajo un momento de alivio a la atmósfera cargada de tensión.

—¡Es un niño! —anunció el doctor, levantando al bebé para que Taehyung y Jungkook pudieran verlo.

Las lágrimas llenaron los ojos de Jungkook mientras miraba a su hijo por primera vez. Taehyung, agotado pero lleno de amor, sonrió débilmente al escuchar el llanto de su bebé. Sin embargo, el esfuerzo había sido demasiado. Sus ojos comenzaron a cerrarse, y su cuerpo se relajó, dejándose llevar por la inconsciencia.

—Tae, aguanta un poco más. ¡Por favor! —imploró Jungkook, su voz quebrándose.

El doctor, entendiendo la situación, rápidamente entregó el bebé a la asistente y se centró nuevamente en Taehyung. Tenían que estabilizarlo antes de que fuera demasiado tarde.

—Está perdiendo la consciencia por la pérdida de sangre y el esfuerzo. Necesitamos estabilizarlo ahora mismo —dijo el doctor, su voz cargada de urgencia.

Jungkook, sin soltar la mano de Taehyung, observaba con el corazón en la garganta mientras el doctor trabajaba frenéticamente. La asistente, mientras tanto, limpió al bebé y lo envolvió en una manta cálida, asegurándose de que estuviera seguro y saludable.

Los minutos que siguieron parecieron eternos. Jungkook no dejaba de murmurar palabras de amor y aliento a Taehyung, rogando por su recuperación. Finalmente, el doctor se enderezó, un rastro de alivio en su rostro.

—Hemos logrado detener la hemorragia y estabilizarlo. Necesitará mucho descanso, pero va a estar bien —dijo el doctor, su voz suave.

Jungkook dejó escapar un suspiro tembloroso de alivio, sus piernas casi cediendo bajo él. Miró a Taehyung, su corazón llenándose de esperanza y gratitud.

—Gracias... gracias —dijo Jungkook, con la voz apenas un susurro, dirigiéndose al doctor.

La asistente se acercó con el bebé, colocándolo cuidadosamente en los brazos de Jungkook. El alfa miró a su hijo, una mezcla de asombro y amor reflejada en sus ojos.

—Mira, Tae. Nuestro pequeño está aquí y está bien —murmuró Jungkook, aunque sabía que Taehyung no podía escucharle en ese momento.

El bebé, sintiendo la calidez de su padre, se acurrucó en sus brazos, su llanto cesando gradualmente. Jungkook se inclinó y dejó un suave beso en la frente de Taehyung, una promesa silenciosa de que cuidaría de ambos con todo su ser.

La habitación se calmó lentamente, la tormenta había pasado, al menos por ahora. Jungkook permaneció junto a Taehyung, sosteniendo a su hijo con una mezcla de determinación y ternura. Sabía que los desafíos aún no habían terminado, pero con su familia a su lado, estaba dispuesto a enfrentar cualquier cosa.

Sálvame (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora