Capítulo XXIII

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Capítulo veintitrés

El amanecer se colaba tímidamente por las cortinas de la habitación, bañando todo con una luz dorada y suave. Jungkook abrió los ojos lentamente, sus sentidos despertando al calor y la tranquilidad que emanaban de su entorno. Su mirada se dirigió inmediatamente a Taehyung, que dormía plácidamente a su lado, de espaldas a él. La visión del cuerpo desnudo de su omega, aún con el aroma del amor compartido la noche anterior, hizo que una oleada de deseo recorriera su cuerpo.

Jungkook sintió cómo su miembro endurecía al instante ante la vista y el pensamiento de Taehyung. No podía resistir la tentación de acercarse más, de tocar y sentir la piel suave de su pareja. Se inclinó lentamente, sin querer perturbar el sueño de Taehyung, y comenzó a plantar suaves besos en su cuello, moviéndose con delicadeza y cariño. Cada beso era una promesa silenciosa, un recordatorio del amor profundo que sentía por él.

Taehyung se removió ligeramente bajo las caricias, un suave suspiro escapando de sus labios. Sus ojos se abrieron lentamente, parpadeando al principio, antes de enfocarse en la figura de Jungkook. Sintió el calor del deseo en la mirada del alfa y comprendió de inmediato la situación. Un leve rubor coloreó sus mejillas, pero en lugar de resistirse, sonrió y giró un poco la cabeza para mirar a Jungkook.

—Solo una vez —murmuró Taehyung con una voz suave pero firme, su mirada llena de amor y confianza.

Jungkook asintió, su corazón latiendo con fuerza al escuchar las palabras de su omega. Sabía que Taehyung confiaba en él completamente, y eso lo llenaba de un deseo ardiente y una necesidad de proteger y complacerlo. Con una mezcla de ternura y pasión, comenzó a besar a Taehyung con más intensidad, sus manos recorriendo cada centímetro de la piel desnuda de su omega.

Los suspiros de Taehyung se convirtieron en gemidos suaves mientras Jungkook lo hacía suyo con una intensidad creciente. Las manos de Taehyung se aferraron a las sábanas, sus uñas dejando marcas mientras sentía cada movimiento de Jungkook dentro de él. El alfa se movía con una mezcla de salvajismo y control, cada embestida siendo profunda y precisa, llevándolos a ambos a un estado de éxtasis.

—Jungkook... —susurró Taehyung, su voz quebrada por el placer—. Más...

Las palabras de Taehyung solo intensificaron el deseo de Jungkook. El alfa gruñó bajo, su voz llena de un instinto primario mientras aumentaba la velocidad y la fuerza de sus movimientos. El sonido de sus cuerpos uniéndose llenaba la habitación, mezclándose con los gemidos y suspiros de ambos.

Taehyung se arqueó bajo el cuerpo de Jungkook, su espalda curvándose mientras el placer lo consumía. Sentía cada embestida como una ola de éxtasis que lo llevaba más y más alto, hasta que finalmente alcanzó el clímax, su cuerpo temblando mientras gemía el nombre de Jungkook. El alfa siguió moviéndose, llevando a Taehyung a nuevas alturas de placer antes de finalmente dejarse llevar por su propio clímax, gruñendo profundamente mientras se derramaba dentro de su omega.

Ambos quedaron tendidos en la cama, sus cuerpos cubiertos de sudor y sus respiraciones entrecortadas. Jungkook se dejó caer suavemente a un lado de Taehyung, sus brazos rodeándolo y atrayéndolo hacia él en un abrazo protector. Los latidos de sus corazones comenzaron a sincronizarse, creando una calma después de la tormenta de placer que habían compartido.

—Te amo, Taehyung —murmuró Jungkook, su voz ronca pero llena de sinceridad.

Taehyung levantó la mirada para encontrarse con los ojos de Jungkook, una sonrisa suave adornando sus labios.

—Yo también te amo, Jungkook —respondió, sus palabras cargadas de amor y satisfacción.

Quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la intimidad y la cercanía que compartían. Taehyung sintió una paz profunda, sabiendo que no importaba cuántas dificultades enfrentaran, siempre tendrían estos momentos de conexión y amor puro. Con ese pensamiento, cerró los ojos, permitiéndose disfrutar de la seguridad de los brazos de Jungkook.

Sálvame (Kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora