𝘼𝙢𝙤𝙧 𝙋𝙤𝙧 𝘾𝙤𝙣𝙫𝙚𝙣𝙞𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 // 𝙎𝙥𝙧𝙚𝙚𝙣𝘿𝙈𝘾

15

Mierda. Acababan de descubrir algo que no se podía saber por el estúpido de Iván que no sabe medir sus palabras.

— No es lo que pensas.— Iván intentó excusarse.

— sí, claro que sí lo es. Los dos tenéis una relación falsa por un contrato.—Rodri lo dijo con un tono bastante confuso. Todavía no se lo creía.

— Déjame explicártelo todo por favor.— sabía que a Rodri no le había gustado nada que le hubiéramos metido en algo así. Se supone que somos amigos. Pero por el estúpido contrato no se lo había contado.

— no hay nada que explicar..., por eso de la nada os lleváis bien..., por eso os descuidasteis tanto en aquel restaurante. Solo lo hicisteis por conveniencia.— estaba decepcionado y eso me dolía bastante.

— perdón Rodri.— dije acercándome a él.

— no me tenés que pedir perdón.— de repente una sonrisa tornaba su cara.— eso significa que...— se quedó en completo silencio.

—¿eso significa qué?— ivan preguntó confuso.

— no nada.— negó con la cabeza.

— ¿Puedes no decirle a nadie esto?, por favor.

— sí, obviamente no se lo diré a nadie amigo.

Después de eso Iván me acompañó a mi casa. El trayecto no estuvo tan mal. Vinimos caminando por lo que estuvimos hablando y riendo bastante. Había veces en las que se me olvidaba por completo aquello que pasó, me hacía reír y divertirme. Tal vez en algún momento lo podría olvidar, tal vez algún día podríamos ser amigos...

Acabábamos de llegar a mi casa. Yo agarré mis llaves y subí las escaleras de la entrada.

— bueno..., gracias por acompañarme.— le sonreí.

— no es nada señorita.— rió.— vi que publicaste la canción como me prometiste.

— yo cumplo mis promesas.— reí.

— Yo también.— se acercó a mí riendo.

— creo que deberíamos aclarar todo esto en Twitter..., todavía no hemos dicho nada.

— sí, la verdad es que deberíamos decir algo.

— mi móvil está adentro. Pero dime qué tweet publicaremos igualmente.

— no sé. Creo que lo más real sería que cada uno publique un tweet según su personalidad.

— tienes razón.— al asentir se me cayeron las llaves al suelo. Bastante lejos. Al intentar agarrarlas me resbale con un charco de agua que se había creado la noche anterior por la lluvia. Iván me agarró de la cintura para que no me cayese, juntándonos.

Nuestras narices estaban juntas, tocándose. Las bocas estaban muy cerca. Recordándome aquellos dos besos que nos dimos. Uno en aquel restaurante y el otro en frente de su depa. Quería cortar aquel espacio entre los dos. Otra vez sería yo.

Dios, se supone que debería estar enfada con él, había arruinado el contrato. Pero mis ganas de besarlo eran enormes.

Iván. No se que me has hecho. Pero te ha funcionado. Ahora solo puedo pensar en aquellos besos. Ahora necesito que me beses Iván.

Me había besado. Como si leyera mis pensamientos. Literalmente era lo que acababa de pensar. No dudé en corresponderle. Mis manos subieron hacia su cuello y las suyas bajaron un poco empujándome aún más de lo que ya estaba pegada a él. Intensificando el beso.

Iván se separó de mi. Con las respiraciones bastante agitadas los dos.

— Olivia en serio me encanta besarte, pero no lo quiero hacerlo si luego vas a decir que es todo por el contrato. Si quieres que te siga besando o lo que sea esto dime qué no es por el contrato. O si no me iré y no te volveré a besar nunca más fuera de las cámaras.— tenía sentido, lo estaba volviendo loco a este paso.

— Iván..., lo siento..., pero no..., no es real.

— bien.— se alejó de mi. Sentí las zonas donde estaban sus manos frías cuando se alejó. Anhelando su tacto.— si vas a seguir diciendo eso me iré. No quiero que me ilusiones.— se alejaba. Cada vez lo veía más lejos. Perdía mi oportunidad.

No tenía claros mis sentimientos hacia Iván, había veces en los que lo odiaba. Pero otros en los que los deseaba. Y mucho. Quería besarlo. Pero no quería decirle que estaba fuera del contrato el beso. No quería decirle la verdad. No quería decirle que creía que ahora me estaba empezando a gustar. Pero mi deseo hacia él era claramente más grande que cualquier otro deseo.

—mierda...— dije en voz baja— ¡Iván!

—¿qué?— dió la vuelta para mirarme. Era obvio que estaba triste por mi respuesta.

— no quiero que te vayas. Quiero que te quedes.— jugué con mis uñas por lo nerviosa que me encontraba al decir lo que estaba pensando.— esto que hay con nosotros no lo entiendo, pero se que no es por el contrato. Te mentí. Creo que..., creo que me gust— me interrumpí.—gustan tus besos, pero tú no.—mentí.— No tengo mis pensamientos claros. Se supone que te odio, pero a la vez te deseo Iván.— él sonrió de oreja a oreja. Vino corriendo hacia mi.

— es imposible odiarme.— después de decir eso me besó. Está vez mucho más intenso que antes. Este beso era el más real que habíamos tenido nunca...