Nagi es un tesoro perdido, uno que Reo Mikage perdió y que talvez no volverá a recuperar.
Reo encuentra una bestia (o talvez dos) en PXG.
¡Oh-Oh!
Mikage Reo quiere jugar para PXG, quiere arriesgarse y perseguir a aquella bestia.
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Han pasado un par de días desde que se cambió al estrato francés.
Los primeros días, saben lo que anduvo pasando, mientras tanto los demás días transcurrieron con 'tranquilidad' claro, si no contamos las constantes discusiones entré Shidou y Rin o las de Rin y el mismo.
Más allá de eso nada importante, a pero claro, en algún momento deberían de tener un partido, ¿No?
Pues, así sería mañana tendrían uno contra el Bastard Muchen, dejando eso de lado.
Ahí algo que a estado ocupando su mente últimamente, y por esa misma razón es que estaba llendo en búsqueda de Ego, duda que esté le diga lo que quiere saber, pero almenos vale el intento.
En algún momento en estos meses dentro de Blue lock, había pensado en la idea de que las paredes y en si, el lugar, eran muy fríos, aquí no llegaba a entrar ni siquiera una mosca, menos esperen que entre la luz y brisas de afuera.
De camino a la que supone que era la oficina de Ego, se encontró a la asiente del nombrado, la pelirosa le dio una sonrisa, preguntando;
— ¿Reo-san que se le ofrece? — pregunto aún con una sonrisa amable.
— Hola señorita Anri, buscaba a Ego-san ¿Esta? — al igual que la contraria, dio una brillante sonrisa.
— oh, si se encuentra, ven te gio — la mujer hizo un gesto con la mano para que la siga, haciendo caso omiso la siguió luego de asentir.
Le siguió en silencio, mientras recorrían el pasillo. al llegar frente a la gran puerta de metal Anri ingreso primero, luego lo hizo el, viendo los grandes monitores con un Ego sentado frente a ellos comiendo un gran tazón de ¿Ramen?, notando también los demás tirados a uno de sus costados.
— Ego-san, te buscaba Reo-san — habló primero, el azabache no se molesto en levantarse, sólo se jiro en su silla.
— Gracias Anri-san y solo Reo está bien — Dio una sonrisa cuando lo mujer asintió y abandono la habitación con una reverencia.
— ¿Mm? Que desea una de mis gemas sin pulir? — pregunto mirándolo con los ojos fijos en el.
— Quería pedirte información sobre algo...
— ¿Y que sería ese algo y que te hace pensar que te lo daré?
— Mi familia aún patrocina esté lugar ¿Recuerdas? Sería muy perjudicador que ya no lo hagan ¿o no?
Su mirada pudo visualizar muy bien la sonrisa aterradora que formo el rostro del mayor al mismo tiempo que acomodaba sus anteojos.
— ¿Eso es un intento de chantaje, mocoso?
— Para nada. Pero si lo quieres tomar asi — una pequeña sonrisa de inocencia crecía en sus labios.
