Posesivo: El Fuego Del Diablo

Reunidos

ALTHAIA

¡Thaia!- Oí la voz de Cara gritar mientras aparecía de la nada y se dirigió hacia mí con una gran sonrisa en la cara.

-¡Cara!- Chillé, igualando su emoción mientras le devolvía rápidamente mi bebida a Michael, sin importarme que derramara un poco en el proceso y caminé tan rápido como pude con mis tacones y la abracé. La rodeé con los brazos y la abracé con fuerza. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que la vi, que realmente apestaba, porque éramos como dos hermanas inseparables.

-Dios mío, te he echado tanto de menos. Realmente no es lo mismo sin ti -Ella me abrazó más fuerte en su pequeño marco.

-Lo sé.-Me reí entre dientes.

- ¡Yo también te he echado de menos!- Me aparté un poco, cogiendo sus manos entre las mías mientras la miraba bien.

-¡Cara, estás increíble!- Me quedó boquiabierta ante el precioso vestido que Ilevaba. Era un vestido largo, vaporoso, de color rosa viejo, sin tirantes, con un corsé con dibujos plateados que se ceñfa a su cintura y aumentaba aún más sus pechos, ya de por sí voluminosos. Llevaba el pelo negro como el carbón recogido con algunos mechones sueltos alrededor de la cara y un maquillaje impecable que realzaba sus ojos color avellana.

Estaba absolutamente impresionante.

- Mamá se ha superado con este vestido. Es más de lo que podía imaginar. - Me guiñó un ojo con picardía, y se me cayó la mandíbula ante la nueva información.

-!No sabía que le habías pedido a mamá que te hiciera un vestido!- Entrecerré los ojos. Mi madre era diseñadora y hacía vestidos preciosos. Cuando nos mudamos, abrió su propia tiendecita que, sin embargo, explotó en poco tiempo y, al final, tuvimos que ampliar y ahora era una conocida boutique de alta gama llamada Jacinta.

Sí, ella decidió usar su propio nombre como marca..

-Sí, bueno, no quería que lo supieras porque quería que fuera una sorpresa, y... -Cara se llevó la mano al pecho y apretó mi mano con la otra.

-Te quiero mucho, pero eres un puto asco guardando algo así en secreto -Dijo mientras me dedicaba una sonrisa inocente.

Abrí la boca para decir algo, pero la volví a cerrar porque tenía razón. Yo era el tipo de persona que te hacia un regalo y los pocos minutos estaba en plan 'adivina lo que te acabo de regalar'.Es decir, ella ya sabía lo que le habia regalado por su compromiso. Literalmente hice una foto de las copas de champán y le envié un mensaje de texto que decía: "¡Genial, son una monada! Te las regalo" y le envié la foto.

-Me parece justo-. murmuré

-Pero maldita sea, ¡mírate! Ese vestido te queda tan bien. ¿A quién le vas a sacar las tetas?-. Cara puso las manos en las caderas y me miró con las cejas arqueadas. Típico de Cara, siempre teniendo la mente en la cuneta.

-Para nadie-. Puse los ojos en blanco.

-A diferencia de ti, mis tetas están tapadas -señalé.

-Cierto, pero ahora tengo un hombre al que necesito impresionar para que sepa lo que le espera, si sabes a lo que me refiero -. Me guiñó un ojo, haciéndome reír.

-Hablando de hombres... -Murmuré mientras miraba a mi alrededor para asegurarme de que no había nadie cerca.

-¿Estás completamente segura de que quieres hacer esto, Cara? Siempre puedes, no sé, ¿huir? Sabes que iré contigo- Le dije con expresión seria. Si quería huir a otro país, por ella, lo dejaría todo e iría con ella. Ella era mi única familia además de mi madre, y haría cualquier cosa para asegurarme de que estuviera a salvo.

-Sabes que no puedo hacerlo. Me perseguirá y definitivamente me matará si se me ocurre huir- . Me dedicó una sonrisa triste.

-Además..- continuó Cara.

-Cualquier cosa será mejor que vivir con él. Sólo tengo que alejarme. Necesito respirar - suspiró. Por mucho que odiara admitirlo, era cierto. Su padre era un maníaco absoluto y abusivo, por decir lo menos. Si ella hacía algo ya él le parecía inapropiado, le ponía las manos encima.

Una vez su padre volvió a casa, solo Dios sabe cuán intoxicado de tanto de alcohol y de cocaína estaba, a punto de matarla a golpes si no recuperaba un poco la cordura. Esperaba que algún día alguien le diera el mismo trato.
Amén.

-Esta es mi forma de salir de aquí-. Ella prometió

-Mientras tú seas feliz, yo soy feliz-. Esbocé una pequeña sonrisa y tiré de ella en otro abrazo.

-Sólo recuerda, pase lo que pase, Pitbull ha estado allí y ha hecho eso- Cara se apartó y me miró a los ojos con expresión inexpresiva.

-Te juro, Althaia, que si dices eso una vez más, te daré una paliza y te haré comer el teléfono- . Le saqué la lengua mientras sonreía. Puede que haya usado esa frase demasiadas veces para animar el ambiente

¿Qué puedo decir? Los memes son vida.

-¿Has terminado de ponerte al día? Me siento muy solo aquí-. Michael me rodeó el hombro con un brazo y puso morritos.

-¿No es increíble? El trio por fin se ha reunido-. Dijo emocionado, y yo me limité a negarle con la cabeza y a quitar su brazo de mis hombros. No pasé tanto tiempo arreglándome para él como para tener el pelo hecho un lío.

-Ven, déjame presentarte al que pronto será mi marido-. Señaló con la cabeza a un grupo de hombres que fumaban puros y bebian el veneno que habían elegido. Pero lo que me sorprendió fue que ya nos estaban mirando.

Eso no tenía nada de intimidatorio.

No, en absoluto.

-Diviértete con eso -murmuró Michael mientras ya miraba en dirección a los hombres con una impresión inexpresiva.

-¿No vienes con nosotros? ¿No acabas de decir que te sentías solo estando aquí? -Le dirigí una mirada burlona.

-Sí, pero no me siento tan solo-. Me sonrió.

-¡Nos vemos!- Dijo mientras se dirigía en dirección contraria antes de que ninguno de los dos pudiéramos decir una palabra.

-Vamos -. Cara me cogió de la mano y juntas nos dirigimos hacia el grupo de hombres que estaban allí de pie observando cada uno de nuestros movimientos.

Por alguna razón, parecía peligroso.

(⁠ ⁠˘⁠ ⁠³⁠˘⁠)⁠♥

Perdón por la espera, estos días he estado ocupada por problemas familiares. Para recompensar quiero preparar 2 capítulos para mañana.

También, decir que revisen los capítulos anteriores, cambie los nombres a los originales de la historia.