YO TE ENSEÑO (kookmin)

CAP. 21

Maratón 1/5

🐰

En la mañana hicimos el amor antes de que se fuera a la universidad, lo dejé en la ducha cuando salí corriendo a mi habitación antes de que mi madre pudiera vernos, me vestí tan pronto como pude con la sola intención de llevarlo a su facultad.

Pero algo había sucedido.

Al bajar las escaleras ella ya estaba en la cocina, había despertado muy temprano, en realidad ella siempre lo hacía, pero me sorprendió mucho cuando la vi apoyada en el mesón con la cabeza gacha y llorando.

- ¿Te encuentras bien mamá?

Ella no me había notado llegar, estaba ida y sumergida en sus pensamientos que ni siquiera me escuchó hablarle

- Mamá... ¿pasó algo?

Ella parece recapacitar y me da la espalda para no mirarla y noto que lleva sus manos a su rostro para quitarse las lágrimas - Estoy bien - dice al fin y me muestra rápidamente sus ojos hinchados y la nariz roja fingiendo una sonrisa - Siéntate, toma el desayuno antes de irte, Jungkook

Ella prepara café y se aleja lo suficiente del mesón, sabe que voy a preguntarle sobre su condición y entonces quiere evitarme.

- Si no te sientes bien, puedo llevar a Jimin a su facultad.

No era mi intención aprovecharme del estado en que se encontraba, pero quería facilitarle un descanso, quizás estaba algo estresada de volver a vivir con nosotros

- No, no es necesario, lo llevaré yo. Tú ve a la oficina como dijo tu padre, él espera que estés al tanto de todo para cuando llegue, y ya... se te hace tarde.

Bien, genial. Estaba acostumbrado a la misma mierda todos los días desde que ella había regresado.

Durante las mañanas me era difícil acercarme a Jimin sin que mi madre nos viera, tenía que soportar su jodida presencia durante todo el maldito día y privarme de acariciar a Jimin o quizás darle un beso, ¡mierda! ellos siempre llegaban juntos de la universidad y nosotros casi no hablábamos, teníamos que hacerlo mediante mensajes de texto o llamadas que a veces ni yo contestaba ni él tampoco, madre se había empeñado en salir con él todas las tardes, irían de compras decía ella, mientras me quedaba solo en casa o algunas veces volvía a la oficina con tal de mantenerme ocupado, sabía que debía tener paciencia, ya había esperado antes por él; así que no me costaba nada esperar un poco más y evitar cagarla con alguna estupidez pero ¡Dios! Los días estaban pasando muy lentos y mi ansiedad por irnos me ganaba, y me era difícil esperar.

En las noches cuando era inevitable pensar en Jimin, mamá se mantenía despierta y lo hacía durante largas horas, la puerta de su habitación siempre estaba abierta y con la luz prendida, ella decía que conversaba con papá sobre algo importante. Una noche le insistí en que debía descansar, ella se enfadó, se levantó de su silla y deliberadamente enojada tomó mi brazo, me condujo hasta mi habitación y me dijo que no tenía de que preocuparme, que el que debía de dormir era yo y no ella, entonces la había jodido y ella también se había planteado en joderme pues desde ese día supe que ella estaba sospechando, que ella tal vez había notado que Jimin y yo... no sé, pero estaba casi seguro de que algo sabía, algo pensaba y tal vez también estaba tramando algo, lo extraño es que jamás decía nada, tal vez solo prefería ignorarlo y callar y entonces seguiríamos así, pero me asustaba mucho su comportamiento, temía por Jimin, temía que pudiera estar planeando algo y hacernos daño, quizás yo me merecía el peor castigo, pero él no.

Si ella ya lo sabía, ya no había por que callar, ya no tenía sentido ocultar la verdad, Jimin y yo nos iríamos pronto a los Estados Unidos y dejaríamos todo atrás haciéndoles la vida más fácil a todos.