El Hijo del Marimo. || ZᴏSᴀɴ.

19. Un hermano para Zinan.

Zinan no sabia que era lo que pasaba, no sabia que era lo que Chopper le había dicho a sus papás ni tampoco porque era que su papá Zoro abrazaba a su mamá Sanji con fuerza agradeciendole por algo. Dijo que regresaría dentro de un momento y salio rápidamente del lugar yendo a buscar a la arqueóloga de la tripulación.

— Zinan, ¿Que haces?. —Pregunto Franky observando al pequeño.

— Estoy buscando a la Srta. Robin. —Respondio.

— Yo se donde esta, ven vamos. —Le dijo haciéndole una seña con su mano para que lo siguiera.

El infante y el cyborg se dirigieron hacia donde se encontraba la arqueóloga quien entretenida leía un libro. Zinan corrió hacia la pelinegra y le sonrió de oreja a oreja abrazando una de sus piernas. La mujer sonrió dejando el libro de lado y se agachó quedando frente a frente con el pequeño niño que no dejaba de sonreírle con dulzura.

— ¿Que sucede, Zinan?. —Pregunto ella.

— Tengo una pregunta. —Dijo el, Robin le prestó completa atención— ¿Qué significa eso de esperar un cachorro o de esperar a un hijo?. —Pregunto curioso.

— Eso significa que un Omega, ya sea hombre o mujer está en cinta y está esperando un bebé para ser más concretos va a tener un bebé. -Respondió la arqueóloga incorporándose en su lugar.

— ¡¿Entonces mamá va a tener un bebé?!. —Sus ojos se abrieron de par en par. ¿Su mamá tendría un bebé?. Salió corriendo de vuelta con sus padres no sin antes despedirse de Robin y agradecerle.

Robin río, aquel pequeño llenaba de alegría a cualquier persona que lo viera tan adorable como siempre lo había sido.

Corrió por todo el Sunny en busca de quienes eran sus padres, cruzándose con varios miembros de la tripulación de los Mugiwaras. Por fin los había encontrado, estos estaban en la habitación Sanji recostado en la cama mientras Zoro mantenía su cabeza pegada a el vientre de este se acercó a pasos rápidos hacia ellos y se subió a la cama con un poco de torpeza. Se sentía emocionado, su mamá tendría un bebé.

— Mami, ¿Vas a tener un bebé?. —Pregunto curioso.

— A-Asi es. —Murmuró nervioso el rubio.

Zoro se alejó del vientre de Sanji quien tenía las mejillas rojas, sonrió inconsciente.

— El bebé está aquí. —Curioso puso su manito sobre el vientre de Sanji quien asintió— ¿Te comiste al bebé?. —Dijo y Zoro soltó una sonora carcajada.

— No, mi amor. —Acarició el cabello verdoso del niño— Cuando seas más grande lo entenderás, calabacita.

— Entonces... ¿Tendré un hermanito?. —Sus ojitos brillaron de la emoción.

— Claro que sí y lo vamos a cuidar mucho, ¿Verdad?. —Hablo Zoro revolviendo el cabello de su cachorro.

— ¡Si!. —Grito emocionado.

— Recuerden que también puede ser una niña. —Anuncio Sanji con una pequeña sonrisa.

— Que sea como mamá o que se como yo... ¡O como los dos!. —A kilómetros se le podía a notar a Zinan la alegría y emoción de tener un hermano o hermana.

Para Zinan quienes contaban como unos hermanos para él eran el capitán de la tripulación y el doctor de esta los queria mucho, corrección, quería a toda la tripulación. Era un niño muy feliz, su mamá y papá lo hacían feliz y pronto tendría un hermanito o hermanita al cual cuidar y querer mucho

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